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Les dijo: «Ustedes me enviaron al Señor
, Dios de Israel, con su petición y esta es la respuesta:
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“Permanezcan aquí en esta tierra. Si lo hacen, los edificaré y no los derribaré; los plantaré y no los desarraigaré. Pues lamento todo el castigo que tuve que traer sobre ustedes.
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No teman más al rey de Babilonia —dice el Señor
—. Pues yo estoy con ustedes, los salvaré y los libraré de su poder.
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Seré misericordioso con ustedes al hacer que él sea amable para que les permita quedarse en su propia tierra”.
13
»Sin embargo, si se niegan a obedecer al Señor
su Dios, y dicen: “No nos quedaremos aquí;
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sino que iremos a Egipto donde estaremos libres de guerra, de llamados a las armas y de hambre”,
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entonces escuchen el mensaje del Señor
al remanente de Judá. Esto dice el Señor
de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Si están decididos a irse a Egipto y vivir allí,
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la misma guerra y el mismo hambre que temen los alcanzarán, y allí morirán.
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Este es el destino que le espera a quien insista en irse a vivir a Egipto. Efectivamente, morirán por guerra, enfermedad y hambre. Ninguno escapará del desastre que traeré sobre ustedes allí”.
18
»Esto dice el Señor
de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: “Así como se derramó mi enojo y mi furia sobre la gente de Jerusalén, así se derramará sobre ustedes cuando entren a Egipto. Serán objeto de condenación, de horror, de maldición y de burla; y nunca más volverán a ver su tierra natal”.
19
»Escuchen, ustedes que forman el remanente de Judá. El Señor
les ha dicho: “¡No se vayan a Egipto!”. No olviden la advertencia que hoy les di.