14
Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven. Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos.
15
Y le dijeron: Siéntate ahora, y léenoslo. Y Baruc se lo leyó.
16
Y sucedió que cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras.
17
Y preguntaron a Baruc, diciendo: Cuéntanos ahora cómo escribiste todas estas palabras. ¿Fue al dictado suyo?
18
Baruc les respondió: El me dictó todas estas palabras y yo las escribí con tinta en el libro.
19
Entonces los oficiales dijeron a Baruc: Ve, escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa donde estáis.
20
Y entraron al atrio donde estaba el rey, después de haber depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, y contaron a oídos del rey todas las palabras.
21
Entonces envió el rey a Jehudí a buscar el rollo, y éste lo tomó de la cámara del escriba Elisama. Y Jehudí lo leyó al rey y a todos los oficiales que estaban junto al rey.
22
Y el rey estaba sentado en la casa de invierno (era el mes noveno), y había un brasero encendido delante de él.
23
Y sucedía que después que Jehudí había leído tres o cuatro columnas, el rey lo cortaba con el cuchillo del escriba y lo echaba al fuego que estaba en el brasero, hasta terminar con todo el rollo en el fuego que estaba en el brasero.
24
Ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras.