26
En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.
27
He aquí, vienen díasdeclara el SEÑORen que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.
28
Y como velé sobre ellos para arrancar y para derribar, para derrocar, para destruir y para traer calamidad, así velaré sobre ellos para edificar y para plantardeclara el SEÑOR.
29
En aquellos días no dirán más: "Los padres comieron uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen dentera",
30
sino que cada cual por su propia iniquidad morirá; los dientes de todo hombre que coma uvas agrias tendrán dentera.
31
He aquí, vienen díasdeclara el SEÑORen que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,
32
no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellosdeclara el SEÑOR;
33
porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos díasdeclara el SEÑOR. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
34
Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: "Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grandedeclara el SEÑORpues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.
35
Así dice el SEÑOR, el que da el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar para que bramen sus olas; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre:
36
Si se apartan estas leyes de mi presenciadeclara el SEÑOR también la descendencia de Israel dejará de ser nación en mi presencia para siempre.
37
Así dice el SEÑOR: Si los cielos arriba pueden medirse, y explorarse abajo los cimientos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicierondeclara el SEÑOR.
38
He aquí, vienen díasdeclara el SEÑORen que la ciudad será reedificada para el SEÑOR, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.
39
Y el cordel de medir saldrá más allá, directamente hasta la colina de Gareb, y girará hasta Goa.
40
Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos hacia el oriente, serán santos al SEÑOR. La ciudad no será arrancada ni derribada nunca jamás.