19 Tu perversidad traerá su propio castigo.
El haberte alejado de mí te avergonzará.
Verás qué malo y amargo es
abandonar al Señor
tu Dios y no temerle.
¡Yo, el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales, he hablado!
20 »Hace tiempo rompí el yugo que te oprimía
y arranqué las cadenas de tu esclavitud,
pero aun así dijiste:
“No te serviré”.
Sobre cada colina y debajo de todo árbol frondoso
te has prostituido inclinándote ante ídolos.
21 Pero fui yo el que te planté,
escogiendo una vid del más puro origen, lo mejor de lo mejor.
¿Cómo te transformaste en esta vid corrupta y silvestre?
22 Por más jabón o lejía que te pongas no puedes limpiarte.
Aún puedo ver la mancha de tu culpa.
¡Yo, el Señor
Soberano, he hablado!
23 Israel, una esposa infiel
»Tú dices: “¡Esto no es cierto!
¡No he rendido culto a las imágenes de Baal!”.
¿Pero cómo puedes decir semejante cosa?
¡Ve y mira lo que hay en cualquier valle de la tierra!
Reconoce los espantosos pecados que has cometido.
Eres como una camella inquieta,
buscando un macho con desesperación.
24 Eres como una burra salvaje,
olfateando el viento en época de apareamiento.
¿Quién puede contenerla de su celo?
¡Los que la desean no necesitan buscar demasiado,
porque es ella quien corre hacia ellos!
25 ¿Cuándo dejarás de correr?
¿Cuándo desistirás de jadear tras otros dioses?
Pero tú dices: “Ahórrate tus palabras.
¡Estoy enamorada de estos dioses ajenos,
y no puedo dejar de amarlos!”.
26 »Israel es como un ladrón
que solo se avergüenza cuando lo descubren,
al igual que sus reyes, funcionarios, sacerdotes y profetas.
27 A una imagen tallada en un trozo de madera le dicen:
“Tú eres mi padre”.
A un ídolo esculpido en un bloque de piedra le dicen:
“Tú eres mi madre”.
Me dan la espalda,
pero durante tiempos difíciles me suplican:
“¡Ven y sálvanos!”.
28 Pero ¿por qué no invocas a esos dioses que has fabricado?
Cuando lleguen los problemas, ¡que ellos te salven si pueden!
Pues tú tienes tantos dioses
como ciudades hay en Judá.
29 ¿Por qué me acusas de hacer el mal?
Ustedes son los que se han rebelado
—dice el Señor
—.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Jeremías 2:19 Te castigará tu propia maldad, y tus apostasías te condenarán. Reconoce, pues, y ve que es malo y amargo el dejar al SEÑOR tu Dios, y no tener temor de mídeclara el Señor, DIOS de los ejércitos.

English Standard Version ESV

Jeremiah 2:19 Your evil will chastise you, and your apostasy will reprove you. Know and see that it is evil and bitter for you to forsake the LORD your God; the fear of me is not in you, declares the Lord GOD of hosts.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Jeremías 2:19 Tu maldad te castigará, y tu separación te acusará; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es tú dejar al SEÑOR tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor DIOS de los ejércitos

King James Version KJV

Jeremiah 2:19 Thine own wickedness shall correct thee, and thy backslidings shall reprove thee: know therefore and see that it is an evil thing and bitter, that thou hast forsaken the LORD thy God, and that my fear is not in thee, saith the Lord GOD of hosts.

New King James Version NKJV

Jeremiah 2:19 Your own wickedness will correct you, And your backslidings will rebuke you. Know therefore and see that it is an evil and bitter thing That you have forsaken the Lord your God, And the fear of Me is not in you," Says the Lord God of hosts.

Nueva Versión Internacional NVI

Jeremías 2:19 Tu maldad te castigará,tu infidelidad te recriminará.Ponte a pensar cuán malo y amargoes abandonar al SEÑOR tu Diosy no sentir temor de mí—afirma el Señor, el SEÑORTodopoderoso—.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Jeremías 2:19 Tu maldad te castigará, y tu apartamiento te condenará: sabe pues y ve cuán malo y amargo es tu dejar á Jehová tu Dios, y faltar mi temor en tí, dice el Señor Jehová de los ejércitos.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Jeremías 2:19 Tu maldad te castigará, y tu apartamiento te acusará; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es tú dejar al SEÑOR tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor DIOS de los ejércitos.

Herramientas de Estudio para Jeremías 2:19-29