7
A ti te serán dados los rebaños de Cedar
y los carneros de Nebaiot serán traídos para mis altares.
Aceptaré sus ofrendas
y haré glorioso mi templo.
8
»¿Y qué veo volando hacia Israel como las nubes,
como las palomas hacia su nido?
9
Son barcos de los confines de la tierra,
de países que confían en mí,
con los grandes barcos de Tarsis a la cabeza.
Traen al pueblo de Israel de regreso a su hogar desde muy lejos,
transportando su plata y su oro.
Honrarán al Señor
tu Dios,
al Santo de Israel,
porque él te ha llenado de esplendor.
10
»Vendrán extranjeros para reconstruir tus ciudades
y sus reyes te servirán.
Aunque te destruí en mi enojo,
ahora tendré misericordia de ti por mi gracia.
11
Tus puertas permanecerán abiertas de día y de noche
para recibir las riquezas de muchos países.
Los reyes del mundo serán llevados como cautivos
en un desfile victorioso.
12
Las naciones que se nieguen a servirte
serán destruidas.
13
»La gloria del Líbano será tuya
—los bosques de ciprés, de abeto y de pino—
para embellecer mi santuario.
¡Mi templo será glorioso!
14
Los descendientes de los que te atormentaron
vendrán a inclinarse ante ti.
Los que te despreciaron
te besarán los pies.
Te llamarán la Ciudad del Señor
,
y Sión del Santo de Israel.
15
»Aunque una vez fuiste despreciada y odiada,
y nadie pasaba por tus calles,
yo te haré hermosa para siempre,
una alegría para todas las generaciones.
16
Reyes poderosos y grandes naciones
colmarán todas tus necesidades,
como si fueras un niño
amamantado por una reina.
Por fin sabrás que yo, el Señor
,
soy tu Salvador y tu Redentor,
el Poderoso de Israel.
17
Cambiaré tu bronce por oro,
tu hierro por plata,
tu madera por bronce
y tus piedras por hierro.
Haré que la paz sea tu líder
y la justicia tu gobernante.