3
Condenación de la idolatría
«¡Pero ustedes, vengan acá, hijos de brujas,
descendientes de adúlteros y de prostitutas!
4
¿De quién se burlan
haciendo muecas y sacando la lengua?
¡Hijos de pecadores y mentirosos!
5
Rinden culto con gran pasión a sus ídolos,
debajo de los robles y debajo de todo árbol frondoso.
Sacrifican a sus hijos abajo, en los valles,
entre los peñascos de los acantilados.
6
Sus dioses son las piedras pulidas de los valles;
ustedes les rinden culto con ofrendas líquidas y ofrendas de grano.
Ellos son su herencia, no yo.
¿Creen que todo esto me hace feliz?
7
Ustedes cometieron adulterio en cada monte alto;
allí rindieron culto a los ídolos
y me fueron infieles.
8
Han puesto símbolos paganos
en los marcos de las puertas y detrás de ellas.
Me han abandonado
y se han metido en la cama con esos dioses detestables.
Se han entregado a ellos
y les encanta ver sus cuerpos desnudos.
9
Le han dado aceite de oliva a Moloc
con muchos obsequios de perfumes.
Han viajado muy lejos,
incluso al mundo de los muertos,
a fin de encontrar nuevos dioses a quienes amar.
10
Se han cansado en su búsqueda,
pero nunca se han dado por vencidos.
El deseo les dio nuevas fuerzas,
y no se fatigaron.
11
»¿Les tienen miedo a estos ídolos?
¿Les producen terror?
¿Por eso me han mentido
y se han olvidado de mí y de mis palabras?
¿Será por mi largo silencio
que ya no me temen?
12
Ahora pondré al descubierto sus supuestas buenas obras;
ninguna de ellas los ayudará.
13
Veamos si sus ídolos pueden salvarlos
cuando clamen a ellos por ayuda.
¡Vaya, un soplo de viento puede derrumbarlos!
¡Basta con que uno respire sobre ellos para que caigan de cabeza!
Pero el que confíe en mí, heredará la tierra
y poseerá mi monte santo».