7 Los carros de guerra llenan tus hermosos valles
y los conductores de los carros irrumpen por tus puertas.
8 Judá ha sido despojado de sus defensas.
Ustedes corren al arsenal
a buscar sus armas.
9 Inspeccionan las brechas en las murallas de Jerusalén.
Almacenan agua en la cisterna de abajo.
10 Recorren las casas y derriban algunas
para tomar las piedras y reforzar las murallas.
11 Entre las murallas de la ciudad construyen un estanque
para el agua de la cisterna vieja.
Sin embargo, nunca piden ayuda a Aquel que hizo todo esto.
Nunca tuvieron en cuenta a Aquel que lo planificó hace mucho tiempo.
12 En ese día, el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
los llamó a llorar y a lamentarse.
Les dijo que se raparan la cabeza en señal de dolor por sus pecados
y que usaran ropa de tela áspera para expresar su remordimiento.
13 En cambio, ustedes bailan y juegan;
matan reses y ovejas;
comen carne y beben vino.
Y dicen: «¡Comamos y bebamos,
que mañana moriremos!».
14 El Señor
de los Ejércitos Celestiales me ha revelado lo siguiente: «Hasta el día en que mueran, nunca se les perdonará este pecado». Ese es el juicio del Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales.
15 Mensaje para Sebna
Esto me dijo el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales: «Enfréntate a Sebna, el administrador del palacio, y dale este mensaje:
16 »¿Quién te crees que eres,
y qué haces aquí,
construyéndote una hermosa sepultura,
un monumento en lo alto de la roca?
17 Pues el Señor
está a punto de arrojarte lejos, hombre poderoso.
Te agarrará,
18 te arrugará y hará de ti una bola
y te lanzará a una tierra árida y distante.
Allí morirás,
y tus gloriosos carros de guerra quedarán rotos e inútiles.
¡Eres una vergüenza para tu amo!
19 »Sí, te sacaré de tu puesto —dice el Señor
—, te derribaré de tu elevada posición.
20 Y entonces llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías, para que te reemplace.
21 Lo vestiré con tus vestiduras reales y le daré tu título y tu autoridad. Y será un padre para el pueblo de Jerusalén y de Judá.
22 Le daré la llave de la casa de David, la posición más elevada dentro de la corte real. Cuando él abra puertas, nadie podrá cerrarlas; cuando él cierre puertas, nadie podrá abrirlas.
23 Le traerá honor al nombre de su familia, porque yo lo pondré firmemente en su lugar como un clavo en la pared.
24 Le darán grandes responsabilidades, y él les traerá honor incluso a los miembros más humildes de su familia».
25 Pero el Señor
de los Ejércitos Celestiales también dice: «Llegará el día en que yo sacaré el clavo que parecía tan firme; saldrá y caerá al suelo y todo lo que sostiene se caerá junto con él. ¡Yo, el Señor
, he hablado!».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 22:7 Tus mejores valles estaban llenos de carros, y los jinetes tomaron posiciones a la puerta.

English Standard Version ESV

Isaiah 22:7 Your choicest valleys were full of chariots, and the horsemen took their stand at the gates.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 22:7 Y acaeció, que tus hermosos valles fueron llenos de carros; y soldados pusieron de hecho sus haces a la puerta

King James Version KJV

Isaiah 22:7 And it shall come to pass, that thy choicest valleys shall be full of chariots, and the horsemen shall set themselves in array at the gate.

New King James Version NKJV

Isaiah 22:7 It shall come to pass that your choicest valleys Shall be full of chariots, And the horsemen shall set themselves in array at the gate.

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 22:7 Llenos de carros de combateestán tus valles preferidos;apostados a la puerta están los jinetes.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 22:7 Y acaeció que tus hermosos valles fueron llenos de carros, y los de á caballo acamparon á la puerta.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 22:7 Y acaeció, que tus hermosos valles fueron llenos de carros; y soldados pusieron de hecho sus haces a la puerta.

Herramientas de Estudio para Isaías 22:7-25