4 Por eso dije: «Déjenme a solas para llorar;
no intenten consolarme.
Déjenme llorar por mi pueblo
mientras presencio su destrucción».
5 ¡Oh qué día de derrota tan aplastante!
¡Qué día de confusión y de terror
enviado por el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
sobre el valle de la Visión!
Las murallas de Jerusalén han sido derribadas
y gritos de muerte resuenan desde las laderas de los montes.
6 Los elamitas son los arqueros.
Están en sus carros de guerra con los conductores.
Los hombres de Kir sostienen los escudos.
7 Los carros de guerra llenan tus hermosos valles
y los conductores de los carros irrumpen por tus puertas.
8 Judá ha sido despojado de sus defensas.
Ustedes corren al arsenal
a buscar sus armas.
9 Inspeccionan las brechas en las murallas de Jerusalén.
Almacenan agua en la cisterna de abajo.
10 Recorren las casas y derriban algunas
para tomar las piedras y reforzar las murallas.
11 Entre las murallas de la ciudad construyen un estanque
para el agua de la cisterna vieja.
Sin embargo, nunca piden ayuda a Aquel que hizo todo esto.
Nunca tuvieron en cuenta a Aquel que lo planificó hace mucho tiempo.
12 En ese día, el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
los llamó a llorar y a lamentarse.
Les dijo que se raparan la cabeza en señal de dolor por sus pecados
y que usaran ropa de tela áspera para expresar su remordimiento.
13 En cambio, ustedes bailan y juegan;
matan reses y ovejas;
comen carne y beben vino.
Y dicen: «¡Comamos y bebamos,
que mañana moriremos!».
14 El Señor
de los Ejércitos Celestiales me ha revelado lo siguiente: «Hasta el día en que mueran, nunca se les perdonará este pecado». Ese es el juicio del Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales.
15 Mensaje para Sebna
Esto me dijo el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales: «Enfréntate a Sebna, el administrador del palacio, y dale este mensaje:
16 »¿Quién te crees que eres,
y qué haces aquí,
construyéndote una hermosa sepultura,
un monumento en lo alto de la roca?
17 Pues el Señor
está a punto de arrojarte lejos, hombre poderoso.
Te agarrará,
18 te arrugará y hará de ti una bola
y te lanzará a una tierra árida y distante.
Allí morirás,
y tus gloriosos carros de guerra quedarán rotos e inútiles.
¡Eres una vergüenza para tu amo!
19 »Sí, te sacaré de tu puesto —dice el Señor
—, te derribaré de tu elevada posición.
20 Y entonces llamaré a mi siervo Eliaquim, hijo de Hilcías, para que te reemplace.
21 Lo vestiré con tus vestiduras reales y le daré tu título y tu autoridad. Y será un padre para el pueblo de Jerusalén y de Judá.
22 Le daré la llave de la casa de David, la posición más elevada dentro de la corte real. Cuando él abra puertas, nadie podrá cerrarlas; cuando él cierre puertas, nadie podrá abrirlas.
23 Le traerá honor al nombre de su familia, porque yo lo pondré firmemente en su lugar como un clavo en la pared.
24 Le darán grandes responsabilidades, y él les traerá honor incluso a los miembros más humildes de su familia».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 22:4 Por tanto digo: Apartad de mí la mirada, dejadme llorar amargamente; no tratéis de consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo.

English Standard Version ESV

Isaiah 22:4 Therefore I said: "Look away from me; let me weep bitter tears; do not labor to comfort me concerning the destruction of the daughter of my people."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 22:4 Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo

King James Version KJV

Isaiah 22:4 Therefore said I, Look away from me; I will weep bitterly, labour not to comfort me, because of the spoiling of the daughter of my people.

New King James Version NKJV

Isaiah 22:4 Therefore I said, "Look away from me, I will weep bitterly; Do not labor to comfort me Because of the plundering of the daughter of my people."

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 22:4 Por eso dije: «Apártense de mí;voy a llorar amargamente.No insistan en consolarme:¡la hija de mi pueblo ha sido destruida!»

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 22:4 Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 22:4 Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

Herramientas de Estudio para Isaías 22:4-24