18 Los romanos me llevaron a juicio y querían ponerme en libertad, porque no encontraron ninguna causa para condenarme a muerte;
19 pero cuando los líderes judíos protestaron por la decisión, creí necesario apelar al César, aunque no tenía deseos de presentar cargos contra mi propia gente.
20 Les pedí a ustedes que vinieran hoy aquí para que nos conociéramos y para que yo pudiera explicarles que estoy atado con esta cadena porque creo que la esperanza de Israel —el Mesías— ya ha venido.
21 Ellos respondieron:
—No hemos recibido ninguna carta de Judea ni ningún informe en tu contra de nadie que haya venido por aquí;
22 pero queremos escuchar lo que tú crees, pues lo único que sabemos de este movimiento es que se le ataca por todas partes.
23 Entonces fijaron una fecha, y ese día mucha gente llegó al lugar donde Pablo estaba alojado. Él explicó y dio testimonio acerca del reino de Dios y trató de convencerlos acerca de Jesús con las Escrituras. Usando la ley de Moisés y los libros de los profetas, les habló desde la mañana hasta la noche.
24 Algunos se convencieron por las cosas que dijo, pero otros no creyeron.
25 Después de discutir entre unos y otros, se fueron con las siguientes palabras finales de Pablo: «El Espíritu Santo tenía razón cuando les dijo a sus antepasados por medio del profeta Isaías:
26 “Ve y dile a este pueblo:
Cuando ustedes oigan lo que digo,
no entenderán.
Cuando vean lo que hago,
no comprenderán.
27 Pues el corazón de este pueblo está endurecido,
y sus oídos no pueden oír,
y han cerrado los ojos,
así que sus ojos no pueden ver,
y sus oídos no pueden oír,
y sus corazones no pueden entender,
y no pueden volver a mí
para que yo los sane”
.
28 »Así que quiero que sepan que esta salvación de Dios también se ha ofrecido a los gentiles,
y ellos la aceptarán».
29
30 Durante los dos años siguientes Pablo vivió en Roma pagando sus gastos él mismo.
Recibía a todos los que lo visitaban,
31 y proclamaba con valentía el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo; y nadie intentó detenerlo.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 28:18 los cuales, cuando me interrogaron, quisieron ponerme en libertad, pues no encontraron causa para condenarme a muerte.

English Standard Version ESV

Acts 28:18 When they had examined me, they wished to set me at liberty, because there was no reason for the death penalty in my case.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Hechos 28:18 los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte

King James Version KJV

Acts 28:18 Who, when they had examined me, would have let me go, because there was no cause of death in me.

New King James Version NKJV

Acts 28:18 who, when they had examined me, wanted to let me go, because there was no cause for putting me to death.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 28:18 Estos me interrogaron y quisieron soltarme por no ser yo culpable de ningún delito que mereciera la muerte.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 28:18 Los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 28:18 los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.

Herramientas de Estudio para Hechos 28:18-31