12 Allí vivía un hombre llamado Ananías. Era un hombre recto, muy devoto de la ley y muy respetado por todos los judíos de Damasco.
13 Él llegó y se puso a mi lado y me dijo: “Hermano Saulo, recobra la vista”. Y, en ese mismo instante, ¡pude verlo!
14 »Después me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas su voluntad y para que veas al Justo y lo oigas hablar.
15 Pues tú serás su testigo; les contarás a todos lo que has visto y oído.
16 ¿Qué esperas? Levántate y bautízate. Queda limpio de tus pecados al invocar el nombre del Señor”.
17 »Después de regresar a Jerusalén y, mientras oraba en el templo, caí en un estado de éxtasis.
18 Tuve una visión de Jesús,
quien me decía:
19 »“Pero Señor —argumenté—, seguramente ellos saben que, en cada sinagoga, yo encarcelé y golpeé a los que creían en ti.
20 Y estuve totalmente de acuerdo cuando mataron a tu testigo Esteban. Estuve allí cuidando los abrigos que se quitaron cuando lo apedrearon”.
21 »Pero el Señor me dijo:
».
22 La multitud escuchó hasta que Pablo dijo esta palabra. Entonces todos comenzaron a gritar: «¡Llévense a ese tipo! ¡No es digno de vivir!».
23 Gritaron, arrojaron sus abrigos y lanzaron puñados de polvo al aire.
24 Pablo revela su ciudadanía romana
El comandante llevó a Pablo adentro y ordenó que lo azotaran con látigos para hacerlo confesar su delito. Quería averiguar por qué la multitud se había enfurecido.
25 Cuando ataron a Pablo para azotarlo, Pablo le preguntó al oficial
que estaba allí:
—¿Es legal que azoten a un ciudadano romano que todavía no ha sido juzgado?
26 Cuando el oficial oyó esto, fue al comandante y le preguntó: «¿Qué está haciendo? ¡Este hombre es un ciudadano romano!».
27 Entonces el comandante se acercó a Pablo y le preguntó:
—Dime, ¿eres ciudadano romano?
—Sí, por supuesto que lo soy —respondió Pablo.
28 —Yo también lo soy —dijo el comandante entre dientes—, ¡y me costó mucho dinero!
Pablo respondió:
—¡Pero yo soy ciudadano de nacimiento!
29 Los soldados que estaban a punto de interrogar a Pablo se retiraron velozmente cuando se enteraron de que era ciudadano romano, y el comandante quedó asustado porque había ordenado que lo amarraran y lo azotaran.
30 Pablo ante el Concilio Supremo
Al día siguiente, el comandante ordenó que los sacerdotes principales se reunieran en sesión con el Concilio Supremo judío.
Quería averiguar de qué se trataba el problema, así que soltó a Pablo para presentarlo delante de ellos.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 22:12 Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio todos los judíos que vivían allí,

English Standard Version ESV

Acts 22:12 "And one Ananias, a devout man according to the law, well spoken of by all the Jews who lived there,

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Hechos 22:12 Entonces un Ananías, varón pío conforme a la ley, que tenía tal testimonio de todos los judíos que allí moraban

King James Version KJV

Acts 22:12 And one Ananias, a devout man according to the law, having a good report of all the Jews which dwelt there,

New King James Version NKJV

Acts 22:12 Then a certain Ananias, a devout man according to the law, having a good testimony with all the Jews who dwelt there,

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 22:12 »Vino a verme un tal Ananías, hombre devoto que observaba la ley y a quien respetaban mucho los judíos que allí vivían.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 22:12 Entonces un Ananías, varón pío conforme á la ley, que tenía buen testimonio de todos los Judíos que allí moraban,

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 22:12 Entonces un Ananías, varón pío conforme a la ley, que tenía tal testimonio de todos los judíos que allí moraban,

Herramientas de Estudio para Hechos 22:12-30