11 Entonces todos regresaron al cuarto de arriba, participaron de la Cena del Señor
y comieron juntos. Pablo siguió hablándoles hasta el amanecer y luego se fue.
12 Mientras tanto, llevaron al joven a su casa ileso y todos sintieron un gran alivio.
13 Pablo se reúne con los ancianos de Éfeso
Pablo viajó por tierra hasta Asón, donde había arreglado que nos encontráramos con él, y nosotros viajamos por barco.
14 Allí él se unió a nosotros, y juntos navegamos a Mitilene.
15 Al otro día, navegamos frente a la isla de Quío. Al día siguiente, cruzamos hasta la isla de Samos y,
un día después, llegamos a Mileto.
16 Pablo había decidido navegar sin detenerse en Éfeso porque no quería pasar más tiempo en la provincia de Asia. Se apresuraba a llegar a Jerusalén, de ser posible, para el Festival de Pentecostés.
17 Cuando llegamos a Mileto, Pablo envió un mensaje a los ancianos de la iglesia de Éfeso para pedirles que vinieran a su encuentro.
18 Cuando llegaron, Pablo declaró: «Ustedes saben que desde el día que pisé la provincia de Asia hasta ahora,
19 he hecho el trabajo del Señor con humildad y con muchas lágrimas. He soportado las pruebas que me vinieron como consecuencia de las conspiraciones de los judíos.
20 Nunca me eché para atrás a la hora de decirles lo que necesitaban oír, ya fuera en público o en sus casas.
21 He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
22 »Ahora estoy obligado por el Espíritu
a ir a Jerusalén. No sé lo que me espera allí,
23 solo que el Espíritu Santo me dice que en ciudad tras ciudad, me esperan cárcel y sufrimiento;
24 pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.
25 »Y ahora sé que ninguno de ustedes, a quienes les he predicado del reino, volverá a verme.
26 Declaro hoy que he sido fiel. Si alguien sufre la muerte eterna, no será mi culpa,
27 porque no me eché para atrás a la hora de declarar todo lo que Dios quiere que ustedes sepan.
28 »Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre
— sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos.
29 Sé que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán al rebaño.
30 Incluso algunos hombres de su propio grupo se levantarán y distorsionarán la verdad para poder juntar seguidores.
31 ¡Cuidado! Recuerden los tres años que pasé con ustedes —de día y de noche mi constante atención y cuidado— así como mis muchas lágrimas por cada uno de ustedes.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 20:11 Y volviendo arriba, después de partir el pan y de comer, conversó largamente con ellos hasta el amanecer, y entonces se marchó.

English Standard Version ESV

Acts 20:11 And when Paul had gone up and had broken bread and eaten, he conversed with them a long while, until daybreak, and so departed.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Hechos 20:11 Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así salió

King James Version KJV

Acts 20:11 When he therefore was come up again, and had broken bread, and eaten, and talked* a long while, even till break of day, so he departed.

New King James Version NKJV

Acts 20:11 Now when he had come up, had broken bread and eaten, and talked a long while, even till daybreak, he departed.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 20:11 Luego volvió a subir, partió el pan y comió. Siguió hablando hasta el amanecer, y entonces se fue.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 20:11 Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 20:11 Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así salió.

Herramientas de Estudio para Hechos 20:11-31