23 Disturbio en Éfeso
Por ese tiempo, se generó un grave problema en Éfeso con respecto al Camino.
24 Comenzó con Demetrio, un platero que tenía un importante negocio de fabricación de templos de plata en miniatura de la diosa griega Artemisa.
Él les daba trabajo a muchos artesanos.
25 Los reunió a todos, junto con otros que trabajaban en oficios similares y les dirigió las siguientes palabras:
«Caballeros, ustedes saben que nuestra riqueza proviene de este negocio.
26 Pero, como han visto y oído, este tal Pablo ha convencido a mucha gente al decirles que los dioses hechos a mano no son realmente dioses; y no solo lo ha hecho en Éfeso, ¡sino por toda la provincia!
27 Por supuesto que no solo hablo de la pérdida del respeto público para nuestro negocio. También me preocupa que el templo de la gran diosa Artemisa pierda su influencia y que a Artemisa —esta magnífica diosa adorada en toda la provincia de Asia y en todo el mundo— ¡se le despoje de su gran prestigio!».
28 Al oír esto, montaron en cólera y comenzaron a gritar: «¡Grande es Artemisa de los efesios!».
29 Pronto toda la ciudad se llenó de confusión. Todos corrieron al anfiteatro, arrastrando a Gayo y Aristarco, los compañeros de viaje de Pablo, que eran macedonios.
30 Pablo también quiso entrar, pero los creyentes no lo dejaron.
31 Algunos de los funcionarios de la provincia, amigos de Pablo, también le enviaron un mensaje para suplicarle que no arriesgara su vida por entrar en el anfiteatro.
32 Adentro era un griterío; algunos gritaban una cosa, y otros otra. Todo era confusión. De hecho, la mayoría ni siquiera sabía por qué estaba allí.
33 Los judíos de la multitud empujaron a Alejandro hacia adelante y le dijeron que explicara la situación. Él hizo señas para pedir silencio e intentó hablar;
34 pero cuando la multitud se dio cuenta de que era judío, empezaron a gritar de nuevo y siguieron sin parar como por dos horas: «¡Grande es Artemisa de los efesios! ¡Grande es Artemisa de los efesios!».
35 Por fin, el alcalde logró callarlos lo suficiente para poder hablar. «Ciudadanos de Éfeso —les dijo—, todos saben que la ciudad de Éfeso es la guardiana oficial del templo de la gran Artemisa, cuya imagen nos cayó del cielo.
36 Dado que esto es un hecho innegable, no deberían perder la calma ni hacer algo precipitado.
37 Ustedes han traído a estos hombres aquí, pero ellos no han robado nada del templo ni tampoco han hablado en contra de nuestra diosa.
38 »Si Demetrio y los artesanos tienen algún caso contra ellos, las cortes están en sesión y los funcionarios pueden escuchar el caso de inmediato. Dejen que ellos presenten cargos formales;
39 y si hubiera quejas sobre otros asuntos, podrían resolverse en una asamblea legal.
40 Me temo que corremos peligro de que el gobierno romano nos acuse de generar disturbios, ya que no hay razón para todo este alboroto; y si Roma exige una explicación, no sabremos qué decir».
41 Entonces los despidió y ellos se dispersaron.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 19:23 Por aquel tiempo se produjo un alboroto no pequeño por motivo del Camino.

English Standard Version ESV

Acts 19:23 About that time there arose no little disturbance concerning the Way.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Hechos 19:23 Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 19:23 And about that time there arose a great commotion about the Way.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 19:23 Por aquellos días se produjo un gran disturbio a propósito del Camino.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 19:23 Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 19:23 Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino.

Herramientas de Estudio para Hechos 19:23-41