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Pablo se dirige a los gentiles
A la semana siguiente, casi toda la ciudad fue a oírlos predicar la palabra del Señor.
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Cuando algunos judíos vieron las multitudes tuvieron envidia; así que calumniaban a Pablo y debatían contra todo lo que él decía.
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Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valentía y declararon: «Era necesario que primero les predicáramos la palabra de Dios a ustedes, los judíos; pero ya que ustedes la han rechazado y se consideran indignos de la vida eterna, se la ofreceremos a los gentiles.
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Pues el Señor nos dio este mandato cuando dijo:
“Yo te he hecho luz para los gentiles,
a fin de llevar salvación a los rincones más lejanos de la tierra”
».
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Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y le dieron las gracias al Señor por su mensaje, y todos los que fueron elegidos para la vida eterna se convirtieron en creyentes.
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Así que el mensaje del Señor se extendió por toda esa región.
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Luego los judíos provocaron a las mujeres religiosas influyentes y a los líderes de la ciudad, e incitaron a una turba contra Pablo y Bernabé, y los echaron de la ciudad.
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Así que ellos se sacudieron el polvo de sus pies en señal de rechazo y se dirigieron a la ciudad de Iconio.
52
Y los creyentes
se llenaron de alegría y del Espíritu Santo.