4
Sabemos que está preparado debido al pasaje en las Escrituras que menciona el séptimo día: «En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo»
.
5
Pero en el otro pasaje Dios dijo: «Nunca entrarán en mi lugar de descanso»
.
6
Así que el descanso de Dios está disponible para que la gente entre, pero los primeros en oír esta buena noticia no entraron, porque desobedecieron a Dios.
7
Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se han citado:
«Cuando oigan hoy su voz
no endurezcan el corazón»
.
8
Ahora bien, si Josué hubiera logrado darles ese descanso, Dios no habría hablado de otro día de descanso aún por venir.
9
Así que todavía hay un descanso especial
en espera para el pueblo de Dios.
10
Pues todos los que han entrado en el descanso de Dios han descansado de su trabajo, tal como Dios descansó del suyo después de crear el mundo.
11
Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos.
12
Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
13
No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.
14
Cristo es nuestro Sumo Sacerdote
Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos.