8
no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
9
donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras, cuarenta años.
10
A causa de lo cual me enemisté con esta generación, y dije: Siempre yerran ellos de corazón, y no han conocido mis caminos.
11
Y les juré en mi ira: No entrarán en mi Reposo.
12
Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de infidelidad para apartarse del Dios vivo;
13
antes exhortaos los unos a los otros cada día entre tanto que se dice: Hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado;
14
(porque participantes del Cristo somos hechos, si empero retuviéremos firme hasta el fin el principio de su sustancia.)
15
Entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
16
Porque algunos de los que habían salido de Egipto con Moisés, habiendo oído, provocaron; aunque no todos.
17
Mas ¿con cuáles se enemistó por cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
18
¿Y a cuáles juró que no entrarían en su Reposo, sino a aquellos que no obedecieron?
19
Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.