15
»¡Qué aflicción te espera a ti que emborrachas a tus vecinos!
Los obligas a beber
para regodearte de la vergüenza de su desnudez.
16
Sin embargo, pronto te llegará el turno de ser deshonrado.
¡Ven, bebe y demuestra tu desnudez!
Bebe de la copa del juicio del Señor
y toda tu gloria se convertirá en vergüenza.
17
Derribaste los bosques del Líbano.
Ahora serás derribado.
Destruiste los animales salvajes,
¡ahora el terror de ellos será el tuyo!
Cometiste asesinatos por toda la tierra
y llenaste los pueblos de violencia.
18
»¿De qué sirve un ídolo tallado por hombres
o una imagen fundida que te engaña?
¡Qué necio es confiar en algo elaborado por tus propias manos,
un dios que ni siquiera puede hablar!
19
¡Qué aflicción te espera a ti que les dices a ídolos de madera:
“Despierten y sálvennos!”.
A imágenes de piedra, mudas, dices:
“¡Levántense y enséñennos!”.
¿Podrá un ídolo decirte qué hacer?
Aunque estén recubiertos de oro y plata,
por dentro no tienen vida.
20
Pero el Señor
está en su santo templo.
Que toda la tierra guarde silencio delante de él».