2
Queja de Habacuc
¿Hasta cuándo debo pedir ayuda, oh Señor
?
¡Pero tú no escuchas!
«¡Hay violencia por todas partes!», clamo,
pero tú no vienes a salvar.
3
¿Tendré siempre que ver estas maldades?
¿Por qué debo mirar tanta miseria?
Dondequiera que mire,
veo destrucción y violencia.
Estoy rodeado de gente
que le encanta discutir y pelear.
4
La ley se ha estancado
y no hay justicia en los tribunales.
Los perversos suman más que los justos,
de manera que la justicia se ha corrompido.
5
Respuesta del Señor
El Señor
respondió:
«Observen las naciones;
¡mírenlas y asómbrense!
Pues estoy haciendo algo en sus propios días,
algo que no creerían
aun si alguien les dijera.
6
Estoy levantando a los babilonios,
un pueblo cruel y violento.
Marcharán por todo el mundo
y conquistarán otras tierras.
7
Son reconocidos por su crueldad
y hacen lo que se les antoja.
8
Sus caballos son más veloces que guepardos
y más feroces que lobos al anochecer.
Sus jinetes arremeten desde lejos.
Como águilas, se lanzan en picada para devorar a sus presas.
9
»Vienen sin tregua, decididos a la violencia.
Sus multitudes avanzan como el viento del desierto,
barriendo cautivos a su paso como si fueran arena.
10
Se burlan de reyes y príncipes
y menosprecian todas sus fortalezas.
¡Simplemente hacen rampas de tierra
contra las murallas y las toman por asalto!
11
Arrasan como el viento
y desaparecen.
Pero son profundamente culpables,
porque hicieron de su propia fuerza un dios».
12
Segunda queja de Habacuc
Oh Señor
, mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno,
¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros!
Oh Señor
, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos
y castigarnos por nuestros muchos pecados.