3
Se los he dado a ustedes como alimento, como les he dado también los granos y las verduras;
4
pero nunca deben comer de ninguna carne con su vida, es decir, que aún tenga sangre.
5
»Yo exigiré la sangre de cualquiera que le quite la vida a otra persona. Si un animal salvaje mata a una persona, ese animal debe morir; y cualquiera que asesine a otro ser humano debe morir.
6
Si alguien quita una vida humana, la vida de esa persona también será quitada por manos humanas. Pues Dios hizo a los seres humanos
a su propia imagen.
7
Ahora sean fructíferos y multiplíquense, y vuelvan a poblar la tierra».
8
Entonces Dios les dijo a Noé y a sus hijos:
9
«Ahora mismo, yo confirmo mi pacto con ustedes y con sus descendientes,
10
y con todos los animales que estuvieron en la barca con ustedes —las aves, los animales domésticos y todos los animales salvajes—, con toda criatura viviente sobre la tierra.
11
Sí, yo confirmo mi pacto con ustedes. Nunca más las aguas de un diluvio matarán a todas las criaturas vivientes; nunca más un diluvio destruirá la tierra».
12
Entonces Dios dijo: «Les doy una señal de mi pacto con ustedes y con todas las criaturas vivientes, para todas las generaciones futuras.
13
He puesto mi arco iris en las nubes. Esa es la señal de mi pacto con ustedes y con toda la tierra.