11
Cuando Noé tenía seiscientos años, el día diecisiete del segundo mes, todas las aguas subterráneas entraron en erupción, y la lluvia cayó en grandes torrentes desde el cielo.
12
La lluvia continuó cayendo durante cuarenta días y cuarenta noches.
13
Ese mismo día Noé había entrado en la barca con su esposa y sus hijos —Sem, Cam y Jafet— y las esposas de ellos.
14
Con ellos en la barca había parejas de cada especie animal —domésticos y salvajes, grandes y pequeños— junto con aves de cada especie.
15
De dos en dos entraron en la barca, en representación de todo ser vivo que respira.
16
Entraron un macho y una hembra de cada especie, tal como Dios había ordenado a Noé. Luego el Señor
cerró la puerta detrás de ellos.
17
Durante cuarenta días, las aguas del diluvio crecieron hasta que cubrieron la tierra y elevaron la barca por encima de la tierra.
18
Mientras el nivel del agua subía más y más por encima del suelo, la barca flotaba a salvo sobre la superficie.
19
Finalmente, el agua cubrió hasta las montañas más altas de la tierra
20
elevándose casi siete metros
por encima de las cumbres más altas.
21
Murieron todos los seres vivos que había sobre la tierra: las aves, los animales domésticos, los animales salvajes, los animales pequeños que corren por el suelo y todas las personas.
22
Todo lo que respiraba y vivía sobre tierra firme murió.
23
Dios borró de la tierra a todo ser vivo: las personas, los animales, los animales pequeños que corren por el suelo y las aves del cielo. Todos fueron destruidos. Las únicas personas que sobrevivieron fueron Noé y los que estaban con él en la barca.
24
Y las aguas del diluvio cubrieron la tierra durante ciento cincuenta días.