23
Los arqueros lo atacaron ferozmente;
le dispararon y lo hostigaron.
24
Pero su arco permaneció tenso,
y sus brazos fueron fortalecidos
por las manos del Poderoso de Jacob,
por el Pastor, la Roca de Israel.
25
Que el Dios de tu padre te ayude;
que el Todopoderoso te bendiga
con bendiciones de los cielos de arriba,
y con bendiciones de las aguas profundas de abajo,
y con bendiciones de los pechos y del vientre.
26
Que mis bendiciones paternas sobre ti
superen las bendiciones de mis antepasados,
y alcancen las alturas de los montes eternos.
Que estas bendiciones descansen sobre la cabeza de José,
quien es príncipe entre sus hermanos.
27
»Benjamín es un lobo rapaz,
que devora a sus enemigos por la mañana
y reparte su botín por la tarde».
28
Estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que su padre dijo a sus hijos al despedirse de ellos. Los bendijo con un mensaje apropiado para cada uno.
29
Muerte y entierro de Jacob
Entonces Jacob les dio las siguientes instrucciones: «Yo moriré pronto y me uniré con mis antepasados. Entiérrenme junto con mi padre y mi abuelo en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita.
30
Es la cueva del campo de Macpela, cerca de Mamre, en Canaán, la cual Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de sepultura permanente.
31
Allí están enterrados Abraham y su esposa Sara; allí también están enterrados Isaac y su esposa Rebeca; y allí enterré a Lea.
32
Es la parcela de tierra y la cueva que mi abuelo Abraham les compró a los hititas».
33
Cuando Jacob terminó de dar este encargo a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir.