2
Durante la noche, Dios le habló en una visión.
—¡Jacob! ¡Jacob! —lo llamó.
—Aquí estoy —respondió Jacob.
3
—Yo soy Dios,
el Dios de tu padre —dijo la voz—. No tengas temor de descender a Egipto, porque allí haré de tu familia una gran nación.
4
Yo descenderé contigo a Egipto y te volveré a traer. Morirás en Egipto, pero José estará contigo para cerrar tus ojos.
5
Entonces Jacob salió de Beerseba, y sus hijos lo llevaron a Egipto. Lo transportaron a él, junto con los pequeños y las esposas, en los carros que el faraón les había provisto.
6
También se llevaron todos los animales y los bienes personales que habían adquirido en la tierra de Canaán. Así que Jacob partió hacia Egipto con toda su familia
7
—hijos y nietos, hijas y nietas—; se fue con todos sus descendientes.
8
Estos son los nombres de los descendientes de Israel —los hijos de Jacob— que fueron a Egipto:
Rubén fue el hijo mayor de Jacob.
9
Los hijos de Rubén fueron: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi.
10
Los hijos de Simeón fueron: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar y Saúl. (La madre de Saúl fue una mujer cananea).
11
Los hijos de Leví fueron: Gersón, Coat y Merari.
12
Los hijos de Judá fueron: Er, Onán, Sela, Fares y Zera (aunque Er y Onán habían muerto en la tierra de Canaán). Los hijos de Fares fueron: Hezrón y Hamul.