28
»Esto sucederá tal como lo he descrito, pues Dios ha revelado de antemano al faraón lo que está por hacer.
29
Los próximos siete años serán un período de gran prosperidad en toda la tierra de Egipto,
30
pero después llegarán siete años de un hambre tan intensa que hará olvidar toda esa prosperidad de Egipto. El hambre destruirá la tierra.
31
La hambruna será tan grave que borrará hasta el recuerdo de los años buenos.
32
El haber tenido dos sueños similares significa que esos acontecimientos fueron decretados por Dios, y él hará que ocurran pronto.
33
»Por lo tanto, el faraón debería encontrar a un hombre inteligente y sabio, y ponerlo a cargo de toda la tierra de Egipto.
34
Después el faraón debería nombrar supervisores de la tierra, a fin de que almacenen una quinta parte de las cosechas durante los siete años buenos.
35
Haga que ellos reúnan toda la producción de alimentos en los años buenos que vienen y la lleven a los graneros del faraón. Almacene bien el grano y vigílelo para que haya alimento en las ciudades.
36
De esa manera, habrá suficiente para comer cuando lleguen los siete años de hambre sobre la tierra de Egipto. De lo contrario, el hambre destruirá la tierra.
37
José es nombrado gobernador de Egipto
Las sugerencias de José fueron bien recibidas por el faraón y sus funcionarios.
38
Entonces el faraón preguntó a sus funcionarios: «¿Acaso encontraremos a alguien como este hombre, tan claramente lleno del espíritu de Dios?».