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Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo le tengo miedo, no sea que venga y me hiera a mí y a las madres con los hijos.
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Y tú dijiste: "De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad."
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Y pasó la noche allí. Entonces de lo que tenía consigo escogió un presente para su hermano Esaú:
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doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,
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treinta camellas criando con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez asnos;
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y los entregó a sus siervos, cada manada aparte, y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned un buen espacio entre manada y manada.
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Y ordenó al primero, diciendo: Cuando mi hermano Esaú te encuentre y te pregunte, diciendo: "¿De quién eres y adónde vas, y de quién son estos animales que van delante de ti?",
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entonces responderás: "Son de tu siervo Jacob; es un presente enviado a mi señor Esaú; y he aquí, él también viene detrás de nosotros."
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Ordenó también al segundo y al tercero, y a todos los que iban tras las manadas, diciendo: De esta manera hablaréis a Esaú cuando lo encontréis,
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y diréis: "He aquí, tu siervo Jacob también viene detrás de nosotros." Pues dijo: Lo apaciguaré con el presente que va delante de mí. Y después veré su rostro; quizá me acepte.
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El presente pasó, pues, delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento.