2
(Abram era muy rico en ganado, plata y oro).
3
Desde el Neguev, continuaron viajando por tramos hacia Betel y armaron sus carpas entre Betel y Hai, donde habían acampado antes.
4
Era el mismo lugar donde Abram había construido el altar, y allí volvió a adorar al Señor
.
5
Lot, quien viajaba con Abram, también se había enriquecido mucho con rebaños de ovejas y de cabras, manadas de ganado y muchas carpas.
6
Pero la tierra no era suficiente para sustentar a Abram y a Lot si ambos vivían tan cerca el uno del otro con todos sus rebaños y manadas.
7
Entonces surgieron disputas entre los que cuidaban los animales de Abram y los que cuidaban los de Lot. (En aquel tiempo, también vivían en la tierra los cananeos y los ferezeos).
8
Finalmente, Abram le dijo a Lot: «No permitamos que este conflicto se interponga entre nosotros o entre los que cuidan nuestros animales. Después de todo, ¡somos parientes cercanos!
9
Toda la región está a tu disposición. Escoge la parte de la tierra que prefieras, y nos separaremos. Si tú quieres la tierra a la izquierda, entonces yo tomaré la tierra de la derecha. Si tú prefieres la tierra de la derecha, yo me iré a la izquierda».
10
Lot miró con detenimiento las fértiles llanuras del valle del Jordán en dirección a Zoar. Toda esa región tenía abundancia de agua, como el jardín del Señor
o la hermosa tierra de Egipto. (Esto ocurrió antes de que el Señor
destruyera Sodoma y Gomorra).
11
Lot escogió para sí todo el valle del Jordán, que estaba situado al oriente. Se separó de su tío Abram y se mudó allí con sus rebaños y sus siervos.
12
Entonces Abram se estableció en la tierra de Canaán, y Lot movió sus carpas a un lugar cerca de Sodoma y se estableció entre las ciudades de la llanura.
13
Pero los habitantes de esa región eran sumamente perversos y no dejaban de pecar contra el Señor
.
14
Después de que Lot se fue, el Señor
le dijo a Abram: «Mira lo más lejos que puedas en todas las direcciones: al norte y al sur, al oriente y al occidente.
15
Yo te doy toda esta tierra, tan lejos como alcances a ver, a ti y a tu descendencia
como posesión permanente.
16
¡Y te daré tantos descendientes que, como el polvo de la tierra, será imposible contarlos!
17
Recorre toda la tierra en cada dirección, pues yo te la entrego».
18
Entonces Abram mudó su campamento a Hebrón y se estableció cerca del robledo que pertenecía a Mamre, y allí construyó otro altar al Señor
.