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Reglas para los príncipes
»”Esto dice el Señor
Soberano: ¡basta ya, príncipes de Israel! Abandonen la violencia y la opresión, y hagan lo que es justo y correcto. Dejen de estafar a mi pueblo y de robarle su tierra. No los desalojen de sus casas, dice el Señor
Soberano.
10
Utilicen solamente pesas y balanzas legítimas, y medidas exactas, tanto para sólidos como para líquidos.
11
El homer
será la unidad estándar para medir volúmenes. Tanto el efa como el bato
equivaldrán a un décimo de homer.
12
La unidad estándar para medir pesos será el siclo de plata.
Un siclo equivaldrá a veinte geras y sesenta siclos equivaldrán a una mina.
13
Ofrendas y celebraciones especiales
»”Tendrán que pagarle al príncipe el siguiente impuesto: una canasta de trigo o cebada por cada sesenta
que cosechen,
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el uno por ciento de su aceite de oliva
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y una oveja o cabra por cada doscientas que haya en los rebaños de Israel. Esas serán las ofrendas de grano, ofrendas quemadas y ofrendas de paz que harán expiación por quienes las presenten, dice el Señor
Soberano.
16
Todo el pueblo de Israel debe contribuir y llevar esas ofrendas al príncipe.
17
Al príncipe le corresponderá proveer las ofrendas que se entregan en los festivales religiosos, las celebraciones de luna nueva, los días de descanso y todas las demás ocasiones similares. Él también proveerá las ofrendas por el pecado, las ofrendas quemadas, las ofrendas de grano, las ofrendas líquidas y las ofrendas de paz, para purificar a los israelitas y así hacerlos justos ante el Señor
.
18
»”Esto dice el Señor
Soberano: a comienzos de la primavera, el primer día de cada año nuevo,
sacrifica un becerro sin defecto para purificar el templo.
19
El sacerdote tomará la sangre de ese sacrificio por el pecado y la pondrá sobre los marcos de la puerta del templo, sobre las cuatro esquinas de la saliente superior del altar y sobre los postes de la puerta de entrada al atrio interior.