21 Explicación de la caída de Jerusalén
El 8 de enero,
durante el año doce de nuestra cautividad, un sobreviviente de Jerusalén vino a verme y me dijo: «¡Ha caído la ciudad!».
22 La noche anterior, el Señor
había puesto su mano sobre mí y me había devuelto la voz. De modo que pude hablar cuando llegó ese hombre a la mañana siguiente.
23 Luego recibí el siguiente mensaje del Señor
:
24 «Hijo de hombre, el remanente de Judá, que vive disperso en las ciudades destruidas, sigue diciendo: “Abraham era un solo hombre y, sin embargo, llegó a poseer toda la tierra. Nosotros somos muchos; sin duda se nos ha entregado la tierra como posesión.”
25 Por lo tanto, diles a esas personas: “Esto dice el Señor
Soberano: ‘Ustedes comen carne con sangre, rinden culto a ídolos
y asesinan a los inocentes. ¿De veras piensan que la tierra debería ser suya?
26 ¡Asesinos! ¡Idólatras! ¡Adúlteros! ¿Acaso la tierra habría de pertenecerles?’”.
27 »Diles: “Esto dice el Señor
Soberano: ‘Tan cierto como que yo vivo, los que vivan en las ruinas morirán a filo de espada y enviaré animales salvajes para que devoren a los que vivan en campo abierto. Los que se escondan en fuertes y en cuevas morirán de enfermedades.
28 Destruiré la tierra por completo y destrozaré su orgullo. Se acabará su poder arrogante. Las montañas de Israel quedarán tan desiertas que nadie siquiera pasará por ellas.
29 Cuando yo haya destruido la tierra por completo a causa de los pecados detestables que cometieron, entonces sabrán que yo soy el Señor
’”.
30 »Hijo de hombre, los de tu pueblo hablan de ti en sus casas y murmuran acerca de ti junto a las puertas. Se dicen unos a otros: “¡Vayamos a oír lo que el profeta tiene para contarnos de parte del Señor
!”.
31 Entonces ellos se acercan fingiendo sinceridad y se sientan delante de ti. Escuchan tus palabras pero no tienen ninguna intención de hacer lo que tú les dices. Tienen la boca llena de palabras sensuales y en su corazón solo buscan dinero.
32 Les resultas muy entretenido, como alguien que les canta canciones de amor con una hermosa voz o les toca buena música con un instrumento. ¡Oyen lo que les dices, pero se niegan a hacerlo!
33 Sin embargo, cuando les sucedan todas estas cosas terribles —que sin duda les sucederán—, entonces sabrán que hubo un profeta entre ellos».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Ezequiel 33:21 En el año duodécimo de nuestro destierro, a los cinco días del décimo mes, vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido tomada.

English Standard Version ESV

Ezekiel 33:21 In the twelfth year of our exile, in the tenth month, on the fifth day of the month, a fugitive from Jerusalem came to me and said, "The city has been struck down."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Ezequiel 33:21 Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco del mes, que vino a mí un escapado de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido herida

King James Version KJV

Ezekiel 33:21 And it came to pass in the twelfth* year of our captivity, in the tenth month, in the fifth day of the month, that one that had escaped out of Jerusalem came unto me, saying, The city is smitten.

New King James Version NKJV

Ezekiel 33:21 And it came to pass in the twelfth year of our captivity, in the tenth month, on the fifth day of the month, that one who had escaped from Jerusalem came to me and said, "The city has been captured!"

Nueva Versión Internacional NVI

Ezequiel 33:21 El día quinto del mes décimo del año duodécimo de nuestro exilio, un fugitivo que había huido de Jerusalén vino y me dio esta noticia: «La ciudad ha sido conquistada».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Ezequiel 33:21 Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, á los cinco del mes, que vino á mí un escapado de Jerusalem, diciendo: La ciudad ha sido herida.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Ezequiel 33:21 Y aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco del mes, que vino a mí un escapado de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido herida.

Herramientas de Estudio para Ezequiel 33:21-33