12
»Hijo de hombre, da este mensaje a tu pueblo: “La conducta recta de los justos no los salvará si se entregan al pecado, ni la mala conducta de los malvados los destruirá si se arrepienten y abandonan sus pecados.
13
Cuando les digo a los justos que vivirán, pero después pecan y piensan que se salvarán por haber sido justos anteriormente, entonces no se tomará en cuenta ninguno de sus actos de justicia. Los destruiré por sus pecados.
14
Y supongamos que les digo a unas personas malvadas que de cierto morirán, pero después abandonan sus pecados y hacen lo que es justo y recto.
15
Por ejemplo, podrían devolverle la garantía a un deudor, restituir lo que habían robado y obedecer mis leyes que dan vida dejando de hacer lo malo; si así lo hacen, entonces de cierto vivirán y no morirán.
16
No se sacará a relucir ninguno de sus pecados pasados, porque hicieron lo que es justo y recto, por eso ciertamente vivirán.
17
»”Tu pueblo dice: ‘El Señor no hace lo correcto’, pero son ellos quienes no hacen lo correcto.
18
Pues reitero, si los justos abandonan su conducta recta y pecan, morirán.
19
Sin embargo, si los malvados se apartan de su maldad y hacen lo que es justo y recto, vivirán.
20
Oh pueblo de Israel, ustedes dicen: ‘El Señor no hace lo correcto’; pero yo juzgo a cada uno de ustedes según sus acciones”».
21
Explicación de la caída de Jerusalén
El 8 de enero,
durante el año doce de nuestra cautividad, un sobreviviente de Jerusalén vino a verme y me dijo: «¡Ha caído la ciudad!».
22
La noche anterior, el Señor
había puesto su mano sobre mí y me había devuelto la voz. De modo que pude hablar cuando llegó ese hombre a la mañana siguiente.
23
Luego recibí el siguiente mensaje del Señor
:
24
«Hijo de hombre, el remanente de Judá, que vive disperso en las ciudades destruidas, sigue diciendo: “Abraham era un solo hombre y, sin embargo, llegó a poseer toda la tierra. Nosotros somos muchos; sin duda se nos ha entregado la tierra como posesión.”
25
Por lo tanto, diles a esas personas: “Esto dice el Señor
Soberano: ‘Ustedes comen carne con sangre, rinden culto a ídolos
y asesinan a los inocentes. ¿De veras piensan que la tierra debería ser suya?
26
¡Asesinos! ¡Idólatras! ¡Adúlteros! ¿Acaso la tierra habría de pertenecerles?’”.
27
»Diles: “Esto dice el Señor
Soberano: ‘Tan cierto como que yo vivo, los que vivan en las ruinas morirán a filo de espada y enviaré animales salvajes para que devoren a los que vivan en campo abierto. Los que se escondan en fuertes y en cuevas morirán de enfermedades.
28
Destruiré la tierra por completo y destrozaré su orgullo. Se acabará su poder arrogante. Las montañas de Israel quedarán tan desiertas que nadie siquiera pasará por ellas.
29
Cuando yo haya destruido la tierra por completo a causa de los pecados detestables que cometieron, entonces sabrán que yo soy el Señor
’”.
30
»Hijo de hombre, los de tu pueblo hablan de ti en sus casas y murmuran acerca de ti junto a las puertas. Se dicen unos a otros: “¡Vayamos a oír lo que el profeta tiene para contarnos de parte del Señor
!”.
31
Entonces ellos se acercan fingiendo sinceridad y se sientan delante de ti. Escuchan tus palabras pero no tienen ninguna intención de hacer lo que tú les dices. Tienen la boca llena de palabras sensuales y en su corazón solo buscan dinero.
32
Les resultas muy entretenido, como alguien que les canta canciones de amor con una hermosa voz o les toca buena música con un instrumento. ¡Oyen lo que les dices, pero se niegan a hacerlo!
33
Sin embargo, cuando les sucedan todas estas cosas terribles —que sin duda les sucederán—, entonces sabrán que hubo un profeta entre ellos».