13
Estabas en el Edén,
el jardín de Dios.
Tenías la ropa adornada con toda clase de piedras preciosas
—cornalina rojiza, peridoto verde pálido, adularia blanca,
berilo azul y verde, ónice, jaspe verde,
lapislázuli, turquesa y esmeralda—,
todas talladas especialmente para ti
e incrustadas en el oro más puro.
Te las dieron
el día en que fuiste creado.
14
Yo te ordené y te ungí
como poderoso ángel guardián.
Tenías acceso al monte santo de Dios
y caminabas entre las piedras de fuego.
15
»Eras intachable en todo lo que hacías,
desde el día en que fuiste creado
hasta el día en que se encontró maldad en ti.
16
Tu abundante comercio te llevó a la violencia,
y pecaste.
Entonces te expulsé en deshonra
de la montaña de Dios.
Te eché, guardián poderoso,
del lugar que tenías entre las piedras de fuego.
17
Tu corazón se llenó de orgullo
debido a tu gran belleza.
Tu sabiduría se corrompió
a causa de tu amor por el esplendor.
Entonces te arrojé al suelo
y te expuse a la mirada curiosa de los reyes.
18
Profanaste tus santuarios
con tus muchos pecados y tu comercio deshonesto.
Entonces hice brotar fuego de tu interior
y te consumió.
Te reduje a cenizas en el suelo
a la vista de todos los que te miraban.
19
Todos los que te conocían se horrorizaron por tu destino.
Has llegado a un final terrible,
y dejarás de existir”».
20
Mensaje para Sidón
Luego recibí otro mensaje del Señor
:
21
«Hijo de hombre, ponte de cara a la ciudad de Sidón y profetiza contra ella.
22
Dale a la gente de Sidón este mensaje de parte del Señor
Soberano:
»“Oh Sidón, yo soy tu enemigo,
y revelaré mi gloria en lo que te haré.
Cuando traiga juicio sobre ti
revelaré mi santidad en medio de ti
y todos los que observen sabrán
que yo soy el Señor
.
23
Enviaré una plaga contra ti
y correrá sangre por tus calles.
El ataque llegará de todas direcciones
y tu gente quedará masacrada dentro de tus murallas.
Entonces todos sabrán
que yo soy el Señor
.