23
»”También de Harán, Cane, Edén, Saba, Asiria y Quilmad llegaban con sus mercancías.
24
Traían telas de alta calidad para comerciar: tela de color azul, bordados y alfombras multicolores, enrolladas y atadas con cordeles.
25
Las naves de Tarsis formaban una caravana acuática. ¡Los depósitos de tu isla estaban llenos hasta el techo!
26
Destrucción de Tiro
»”¡Pero mira! ¡Tus remeros
te han llevado hacia mares tempestuosos!
¡Un poderoso viento oriental
te ha causado destrozos en alta mar!
27
Has perdido todo:
tus riquezas y tus mercancías,
tus marineros y tus pilotos,
tus constructores de naves, tus mercaderes y tus guerreros.
En el día de tu ruina,
todos a bordo se hundirán en lo profundo del mar.
28
Tiemblan tus ciudades junto al mar
mientras tus pilotos gritan de terror.
29
Todos los remeros abandonan sus naves;
los marineros y los pilotos en tierra firme se agrupan en la playa.
30
Gritan fuerte por ti
y lloran amargamente.
Se echan polvo sobre la cabeza
y se revuelcan en cenizas.
31
Se rapan la cabeza en señal de duelo por ti
y se visten de tela áspera.
Lloran por ti con gran amargura
y profundo dolor.
32
Mientras se lamentan y gimen por ti,
entonan este triste canto fúnebre:
‘¿Hubo alguna vez una ciudad como Tiro,
que ahora está en silencio, en el fondo del mar?
33
Las mercancías que comerciabas
saciaron los deseos de muchas naciones.
Reyes de los confines de la tierra
se enriquecieron con tu comercio.