3
Relata una parábola a la casa rebelde y diles: "Así dice el Señor DIOS: "Pon la olla, ponla, y echa también en ella agua;
4
pon en ella los trozos, todo trozo bueno, pierna y espalda; llénala de huesos escogidos.
5
'Toma lo mejor del rebaño, y apila también la leña debajo de ella; hazla hervir a borbotones, cuece también sus huesos en ella.'
6
"Porque así dice el Señor DIOS: "¡Ay de la ciudad sanguinaria, de la olla que tiene herrumbre, cuya herrumbre no se le va! Trozo por trozo sácala, sin echar suertes sobre ella.
7
'Porque su sangre está en medio de ella, la puso sobre la roca desnuda; no la derramó sobre la tierra para que el polvo la cubriera.
8
'Para hacer subir el furor, para tomar venganza, he puesto yo su sangre sobre la roca desnuda, para que no sea cubierta.'
9
"Por tanto, así dice el Señor DIOS: "¡Ay de la ciudad sanguinaria! Yo también haré grande el montón de leña.
10
'Aumenta la leña, enciende el fuego, hierve bien la carne, mézclale las especias, y que se quemen los huesos.
11
'Luego pon la olla vacía sobre las brasas, para que se caliente, se ponga al rojo su bronce, se funda en ella su inmundicia, y sea consumida su herrumbre.
12
'De trabajos me ha fatigado, y no se le ha ido su mucha herrumbre. ¡Consúmase en el fuego su herrumbre!
13
'En tu inmundicia hay lujuria. Por cuanto yo quise limpiarte pero no te dejaste limpiar, no volverás a ser purificada de tu inmundicia, hasta que yo haya saciado mi furor sobre ti.
14
'Yo, el SEÑOR, he hablado. Esto viene y yo actuaré; no me volveré atrás, no me apiadaré y no me arrepentiré. Según tus caminos y según tus obras te juzgaré'declara el Señor DIOS."
15
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
16
Hijo de hombre, he aquí, voy a quitarte de golpe el encanto de tus ojos; pero no te lamentarás, ni llorarás, ni correrán tus lágrimas.
17
Gime en silencio, no hagas duelo por los muertos; átate el turbante, ponte el calzado en los pies y no te cubras los bigotes ni comas pan de duelo .
18
Y hablé al pueblo por la mañana, y por la tarde murió mi mujer; y a la mañana siguiente hice como me fue mandado.
19
Y el pueblo me dijo: ¿No nos declararás lo que significan para nosotros estas cosas que estás haciendo?
20
Entonces les respondí: La palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo:
21
"Habla a la casa de Israel: 'Así dice el Señor DIOS: "He aquí, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, encanto de vuestros ojos y deleite de vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas a quienes habéis dejado detrás, caerán a espada.
22
"Haréis como yo he hecho; no cubriréis vuestros bigotes ni comeréis pan de duelo.
23
"Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas y vuestro calzado en vuestros pies. No os lamentaréis ni lloraréis, sino que os pudriréis en vuestras iniquidades y gemiréis unos con otros.