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aunque ya estaba plantada en buena tierra
y tenía agua en abundancia
para crecer y convertirse en una vid espléndida
y producir hojas frondosas y frutos suculentos”.
9
»Así que ahora el Señor
Soberano pregunta:
“¿Crecerá y prosperará esa vid?
¡No! ¡Yo la arrancaré de raíz!
Cortaré sus frutos
y dejaré que se le sequen y marchiten las hojas.
La arrancaré fácilmente
sin necesidad de un brazo fuerte ni de un gran ejército.
10
Pero cuando la vid sea trasplantada,
¿volverá a florecer?
No, se secará
cuando el viento del oriente sople contra ella.
Morirá en la misma tierra fértil
donde había crecido tan bien”».
11
Explicación del enigma
Luego recibí este mensaje del Señor
:
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«Diles a esos rebeldes de Israel: “¿No entienden lo que significa este enigma de las águilas? El rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó al rey y a los príncipes a Babilonia.
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Hizo un tratado con un miembro de la familia real y lo obligó a jurarle lealtad. También desterró a los líderes más influyentes de Israel,
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para que Israel no se fortaleciera nuevamente y se rebelara. Solo si cumplía su tratado con Babilonia podría Israel sobrevivir.
15
»”Sin embargo, este israelita de la familia real se rebeló contra Babilonia y envió embajadores a Egipto para solicitar un gran ejército con muchos caballos. ¿Acaso podrá Israel dejar de cumplir los tratados que hizo bajo juramento sin que haya consecuencias?
16
¡No! Porque tan cierto como que yo vivo, dice el Señor
Soberano, el rey de Israel morirá en Babilonia: el territorio del rey que lo puso en el trono y con quien hizo un tratado que despreció y no cumplió.
17
Ni el faraón con su poderoso ejército podrá ayudar a Israel cuando el rey de Babilonia vuelva a sitiar a Jerusalén y mate a mucha gente.
18
Pues el rey de Israel despreció el tratado y no lo cumplió aun después de jurar que lo haría; así que no escapará.
19
»”Entonces esto dice el Señor
Soberano: tan cierto como que yo vivo, lo castigaré por no cumplir mi pacto y por despreciar el juramento solemne que hizo en mi nombre.
20
Arrojaré mi red sobre él y lo capturaré en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y lo juzgaré por haberme traicionado.
21
Todos sus mejores guerreros
morirán en batalla y los que sobrevivan serán esparcidos a los cuatro vientos. Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor
, he hablado.
22
»”Esto dice el Señor
Soberano: tomaré una rama de la copa de un cedro alto y la plantaré sobre la cumbre de la montaña más alta de Israel.
23
Se convertirá en un cedro majestuoso, extenderá sus ramas y producirá semillas. Toda clase de aves anidarán en él y encontrarán refugio a la sombra de sus ramas.
24
Todos los árboles sabrán que soy yo, el Señor
, quien tala el árbol alto y hace crecer alto el árbol pequeño. Soy yo quien hace secar el árbol verde y le da vida al árbol seco. ¡Yo, el Señor
, he hablado y cumpliré lo que he dicho!”».