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Relato de las dos águilas
Luego recibí el siguiente mensaje del Señor
:
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«Hijo de hombre, propón este enigma y cuenta este relato a los israelitas.
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Diles de parte del Señor
Soberano:
»“Un águila grande con alas anchas y plumas largas,
cubierta de plumaje de varios colores,
llegó al Líbano.
Agarró la copa de un cedro
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y arrancó la rama más alta.
Se la llevó a una ciudad llena de mercaderes.
La plantó en una ciudad de comerciantes.
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También tomó de la tierra una planta de semillero
y la sembró en tierra fértil.
La colocó junto a un río ancho,
donde podría crecer como un sauce.
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Allí echó raíces y creció
hasta convertirse en una amplia vid de poca altura.
Sus ramas se extendieron hacia arriba, en dirección al águila,
y sus raíces penetraron en el suelo.
Produjo ramas robustas
y le salieron retoños.
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Pero luego llegó otra águila grande
con alas anchas y cubierta de plumaje.
Entonces la vid extendió las raíces y las ramas
hacia esa águila para obtener agua,
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aunque ya estaba plantada en buena tierra
y tenía agua en abundancia
para crecer y convertirse en una vid espléndida
y producir hojas frondosas y frutos suculentos”.
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»Así que ahora el Señor
Soberano pregunta:
“¿Crecerá y prosperará esa vid?
¡No! ¡Yo la arrancaré de raíz!
Cortaré sus frutos
y dejaré que se le sequen y marchiten las hojas.
La arrancaré fácilmente
sin necesidad de un brazo fuerte ni de un gran ejército.
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Pero cuando la vid sea trasplantada,
¿volverá a florecer?
No, se secará
cuando el viento del oriente sople contra ella.
Morirá en la misma tierra fértil
donde había crecido tan bien”».