9 »”Luego te bañé, te limpié la sangre y te froté la piel con aceites fragantes.
10 Te vestí con ropas costosas de lino fino y de seda con bordados hermosos, y te calcé con sandalias de cuero de cabra de la mejor calidad.
11 Te di joyas preciosas, pulseras y hermosos collares,
12 un anillo para la nariz, aretes para las orejas y una hermosa corona para la cabeza.
13 Así quedaste adornada con oro y plata. Tus ropas eran de lino fino con bordados hermosos. Comiste los mejores alimentos —harina selecta, miel y aceite de oliva— y te pusiste más hermosa que nunca. Parecías una reina ¡y lo eras!
14 Tu fama pronto se extendió por todo el mundo a causa de tu belleza. Te vestí de mi esplendor y perfeccioné tu belleza, dice el Señor
Soberano.
15 »”Pero pensaste que eras dueña de tu fama y tu belleza. Entonces te entregaste como prostituta a todo hombre que pasaba. Tu belleza estaba a la disposición del que la pidiera.
16 Usaste los hermosos regalos que te di para construir lugares de culto a ídolos, donde te prostituiste. ¡Qué increíble! ¿Cómo pudo ocurrir semejante cosa?
17 Tomaste las joyas y los adornos de oro y plata que yo te había dado y te hiciste estatuas de hombres y les rendiste culto. ¡Eso es adulterio contra mí!
18 Usaste las ropas con bordados hermosos que te di para vestir a tus ídolos. Después usaste mi aceite especial y mi incienso para rendirles culto.
19 ¡Imagínate! Ofreciste ante ellos en sacrificio la harina selecta, el aceite de oliva y la miel que yo te había dado, dice el Señor
Soberano.
20 »”Luego tomaste a tus hijos e hijas —los que diste a luz para mí— y los sacrificaste a tus dioses. ¿No era suficiente con haberte prostituido?
21 ¿También tenías que masacrar a mis hijos ofreciéndolos en sacrificio a ídolos?
22 En todos tus años de adulterio y pecado detestable, no recordaste ni una sola vez los días pasados, cuando estabas desnuda y tirada en el campo, pataleando en tu propia sangre.
23 »”¡Qué aflicción te espera!, dice el Señor
Soberano. Además de todas tus otras perversidades,
24 edificaste un santuario pagano y levantaste altares a ídolos en la plaza de cada ciudad.
25 En cada esquina contaminaste tu belleza ofreciendo tu cuerpo a todo el que pasaba, en una interminable ola de prostitución.
26 Luego agregaste a tu lista de amantes al lujurioso Egipto y provocaste mi enojo con tu creciente promiscuidad.
27 Por eso te golpeé con mi puño y reduje tu territorio. Te entregué en manos de tus enemigos, los filisteos, y hasta ellos quedaron horrorizados ante tu conducta depravada.
28 También te prostituiste con los asirios. ¡Parece que nunca te cansas de buscar nuevos amantes! Después de prostituirte con los asirios, tampoco quedaste satisfecha.
29 Por si fueran pocos tus amantes, también te abrazaste a Babilonia,
el territorio de los mercaderes, pero ni aun así quedaste satisfecha.
30 »”¡Qué enfermo tienes el corazón!, dice el Señor
Soberano, para hacer semejantes cosas comportándote como una prostituta desvergonzada.
31 Edificas tus santuarios paganos en cada esquina y construyes en cada plaza los altares para tus ídolos. En realidad, has sido peor que una prostituta, tan desesperada por pecar que ni siquiera exigías que te pagaran.
32 Sí, eres una esposa adúltera que recibe a extraños en lugar de a su propio marido.
33 Las prostitutas cobran por sus servicios, ¡pero tú no! Les das regalos a tus amantes, los sobornas para que tengan sexo contigo.
34 Así que haces lo contrario de las demás prostitutas; ¡tú les pagas a tus amantes en lugar de que ellos te paguen a ti!
35 Juicio por la prostitución de Jerusalén
»”¡Por lo tanto, prostituta, escucha este mensaje de parte del Señor
!
36 Esto dice el Señor
Soberano: por haber derramado tus deseos lujuriosos y haberte desnudado como prostituta ante tus amantes y por haber rendido culto a ídolos detestables
y masacrado a tus hijos en sacrificio a tus dioses,
37 ahora yo actuaré en consecuencia. Reuniré a todos tus aliados —los amantes con los que has pecado, tanto los que amaste como los que odiaste— y te desnudaré delante de ellos para que vean tu desnudez.
38 Te castigaré por tus homicidios y tu adulterio. En mi celosa furia te cubriré con sangre.
39 Luego te entregaré a todas esas naciones que son tus amantes y ellas te destruirán. Derrumbarán tus santuarios paganos y los altares de tus ídolos. Te arrancarán la ropa, se llevarán tus hermosas joyas y te dejarán completamente desnuda.
40 Juntas formarán una turba violenta para apedrearte y despedazarte con espadas.
41 Quemarán tus casas y te castigarán frente a muchas mujeres. Yo pondré fin a tu prostitución y haré que no les pagues más a tus numerosos amantes.
42 »”Finalmente desahogaré mi furia contra ti, y se calmará el enojo de mis celos. Quedaré tranquilo y ya no estaré enojado contigo.
43 No obstante, primero, te daré tu merecido por todos tus pecados, porque no recordaste los días de tu juventud, sino que me hiciste enojar con todas esas maldades, dice el Señor
Soberano. Pues a todos tus pecados detestables les sumaste actos depravados.
44 Todos los que compongan refranes dirán de ti: “De tal madre, tal hija”.
45 Pues tu madre despreció a su esposo y a sus hijos, y tú hiciste lo mismo. Eres igual a tus hermanas, que despreciaron a sus esposos y a sus hijos. Queda claro que tu madre era hitita, y tu padre amorreo.
46 »”Tu hermana mayor fue Samaria, que vivía con sus hijas en el norte. Tu hermana menor fue Sodoma, que vivía con sus hijas en el sur.
47 Ahora bien, tú no solo pecaste igual que ellas sino que tu corrupción pronto las superó.
48 Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor
Soberano, Sodoma y sus hijas nunca fueron tan perversas como tú y tus hijas.
49 Los pecados de Sodoma eran el orgullo, la glotonería y la pereza, mientras que afuera sufrían los pobres y los necesitados.
50 Ella fue arrogante y cometió pecados detestables, por eso la destruí, como has visto.
51 »”Ni siquiera Samaria cometió la mitad de tus pecados. Tú has hecho cosas mucho más detestables de las que hicieron tus hermanas; ahora ellas parecen rectas en comparación contigo.
52 ¡Debería darte vergüenza! Tus pecados son tan terribles que haces que tus hermanas parezcan rectas, hasta virtuosas.
53 »”Sin embargo, algún día restauraré el bienestar de Sodoma y de Samaria, y también te restauraré a ti.
54 Entonces realmente te avergonzarás de todo lo que has hecho, pues tus pecados hacen que ellas se sientan bien al compararse contigo.
55 Así es, tus hermanas, Sodoma y Samaria, serán restauradas junto con todos sus habitantes y en ese tiempo también te restauraré a ti.
56 Cuando eras tan orgullosa, despreciabas a Sodoma;
57 pero ahora tu peor perversidad quedó a la vista de todo el mundo y eres tú la despreciada, tanto por los edomitas
y todos sus vecinos como por los filisteos.
58 Este será el castigo por tu lascivia y tus pecados detestables, dice el Señor
.
59 »”Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: te daré tu merecido, pues tomaste tus votos solemnes a la ligera al romper el pacto.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Ezequiel 16:9 'Te lavé con agua, te limpié la sangre y te ungí con aceite.

English Standard Version ESV

Ezekiel 16:9 Then I bathed you with water and washed off your blood from you and anointed you with oil.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Ezequiel 16:9 y te lavé con aguas, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite

King James Version KJV

Ezekiel 16:9 Then washed I thee with water; yea, I throughly washed away thy blood from thee, and I anointed thee with oil.

New King James Version NKJV

Ezekiel 16:9 Then I washed you in water; yes, I thoroughly washed off your blood, and I anointed you with oil.

Nueva Versión Internacional NVI

Ezequiel 16:9 »”Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Ezequiel 16:9 Y te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y ungíte con aceite;

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Ezequiel 16:9 y te lavé con aguas, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite;

Herramientas de Estudio para Ezequiel 16:9-59