11
Diles a esos que pintan con cal que pronto se les derrumbará el muro. Una lluvia torrencial debilitará sus cimientos; fuertes tormentas de granizo y vientos impetuosos lo demolerán.
12
Entonces, cuando caiga el muro, la gente exclamará: ‘¿Qué pasó con la cal que pusieron ustedes?’.
13
»”Por lo tanto, esto dice el Señor
Soberano: arrasaré su muro blanqueado con una tormenta de indignación, una gran inundación de enojo y una granizada de furia.
14
Derribaré su muro hasta los cimientos y cuando caiga los aplastará a ustedes. Entonces sabrán que yo soy el Señor
.
15
Por fin se saciará mi enojo contra el muro y quienes lo blanquearon con cal. Luego les diré a ustedes: ‘Ya desaparecieron el muro y quienes lo blanquearon con cal.
16
Eran los profetas mentirosos que afirmaban que la paz llegaría a Jerusalén, cuando no había paz. ¡Yo, el Señor
Soberano, he hablado!’”.
17
Juicio contra las falsas profetisas
»Ahora, hijo de hombre, denuncia a las mujeres que profetizan según su propia imaginación.
18
Esto dice el Señor
Soberano: “Qué aflicción les espera a ustedes, mujeres, que atrapan el alma de mi pueblo, tanto de los jóvenes como de los mayores. Les atan amuletos mágicos en las muñecas y les dan velos mágicos para la cabeza. ¿Acaso piensan que pueden atrapar a otros sin provocar su propia destrucción?
19
Ustedes me deshonran delante de mi pueblo por unos puñados de cebada o un trozo de pan. Al mentirle a mi pueblo —que disfruta de las mentiras—, ustedes matan a quienes no deben morir y prometen vida a quienes no deben vivir”.
20
»Esto dice el Señor
Soberano: “Estoy en contra de sus amuletos mágicos, esos que se usan para atrapar a mi pueblo como a pájaros. Yo se los arrancaré de los brazos y liberaré a mi pueblo como se libera a un pájaro de la jaula.
21
Les quitaré los velos mágicos y rescataré a mi pueblo de las garras de ustedes. Ellos ya no serán más sus víctimas. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor
.
22
Con sus mentiras desalentaron a los justos, pero yo no quería que estuvieran tristes; ustedes alentaron a los perversos al prometerles vida, aunque ellos continuaran pecando.
23
Por todo eso, ustedes ya no hablarán de visiones que jamás vieron ni harán más predicciones. Pues yo rescataré a mi pueblo de sus garras. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor
”».