12
»Hasta Sedequías se irá de Jerusalén de noche por un hueco en la muralla, cargando sólo lo que pueda llevar consigo. Se cubrirá el rostro y sus ojos no verán la tierra que deja atrás.
13
Luego lanzaré mi red sobre él y lo capturaré con mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, el territorio de los babilonios,
aunque él nunca lo verá y allí morirá.
14
Esparciré a los cuatro vientos a sus siervos y guerreros, y mandaré la espada tras ellos.
15
Entonces, cuando los disperse entre las naciones, sabrán que yo soy el Señor
.
16
No obstante, a algunos los libraré de morir en la guerra o por enfermedades o de hambre, para que confiesen sus pecados detestables a sus captores. ¡Entonces sabrán que yo soy el Señor
!».
17
Luego recibí este mensaje del Señor
:
18
«Hijo de hombre, estremécete al comer tu alimento; tiembla de miedo al beber tu agua.
19
Dile al pueblo: “Esto dice el Señor
Soberano acerca de los que viven en Israel y Jerusalén: ‘Con temblor comerán su alimento y con desesperación beberán su agua, porque la tierra quedará arrasada a causa de la violencia de sus habitantes.
20
Las ciudades serán destruidas y los campos quedarán hechos desiertos. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor
’”».
21
Nuevo proverbio para Israel
Nuevamente recibí un mensaje del Señor
:
22
«Hijo de hombre, has oído ese proverbio que citan en Israel: “El tiempo pasa y las profecías quedan en nada”.