8
A mí, digo, el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo
9
y de aclarar a todos cuál sea la comunión del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas por Jesús el Cristo
10
Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora notificada por la Iglesia a los principados y potestades en los cielos
11
conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús Señor nuestro
12
en el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de él
13
Por tanto, pido que no desmayéis por causa de mis tribulaciones por vosotros, lo cual es vuestra gloria
14
Por esta causa doblo mis rodillas al Padre del Señor nuestro, Jesús el Cristo
15
(del cual es nombrada toda la familia en los cielos y en la tierra)
16
que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu
17
Que habite el Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en caridad
18
podáis bien comprender con todos los santos cuál sea la anchura y la longitud y la profundidad y la altura
19
y conocer la caridad del Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios
20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros
21
a él sea gloria en la Iglesia por Cristo Jesús, por todas las generaciones por los siglos de los siglos. Amén