4
Visto he asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
5
El necio dobla sus manos y come su carne.
6
Mas vale el un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
7
Yo me torné otra vez, y vi vanidad debajo del sol.
8
Está un hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se hartan de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
9
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
10
Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
11
También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo?
12
Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.
13
Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y fatuo que no sabe ser aconsejado.
14
Porque de la cárcel salió para reinar; mientras el nacido en su reino se hizo pobre.