11
Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego hasta el mismo cielo: oscuridad, nube y densas tinieblas.
12
Entonces el SEÑOR os habló de en medio del fuego; oísteis su voz, sólo la voz, pero no visteis figura alguna.
13
Y El os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
14
Y el SEÑOR me ordenó en aquella ocasión que os enseñara estatutos y juicios, a fin de que los pusierais por obra en la tierra a la cual vais a entrar para poseerla.
15
Así que guardaos bien, ya que no visteis ninguna figura el día en que el SEÑOR os habló en Horeb de en medio del fuego;
16
no sea que os corrompáis y hagáis para vosotros una imagen tallada semejante a cualquier figura: semejanza de varón o hembra,
17
semejanza de cualquier animal que está en la tierra, semejanza de cualquier ave que vuela en el cielo,
18
semejanza de cualquier animal que se arrastra sobre la tierra, semejanza de cualquier pez que hay en las aguas debajo de la tierra.
19
No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que el SEÑOR tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
20
Pero a vosotros el SEÑOR os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis pueblo de su heredad como lo sois ahora.
21
Y el SEÑOR se enojó conmigo a causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
22
Porque yo moriré en esta tierra, no cruzaré el Jordán; mas vosotros pasaréis y tomaréis posesión de esta buena tierra.
23
Guardaos, pues, no sea que olvidéis el pacto que el SEÑOR vuestro Dios hizo con vosotros, y os hagáis imagen tallada en forma de cualquier cosa que el SEÑOR tu Dios te ha prohibido.
24
Porque el SEÑOR vuestro Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.
25
Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido largo tiempo en la tierra, y os corrompáis y hagáis un ídolo en forma de cualquier cosa, y hagáis lo que es malo ante los ojos del SEÑOR vuestro Dios para provocarle a ira,
26
pongo hoy por testigo contra vosotros al cielo y a la tierra, que pronto seréis totalmente exterminados de la tierra donde vais a pasar el Jordán para poseerla. No viviréis por mucho tiempo en ella, sino que seréis totalmente destruidos.
27
Y el SEÑOR os dispersará entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones adonde el SEÑOR os llevará.
28
Allí serviréis a dioses hechos por manos de hombre, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29
Pero de allí buscarás al SEÑOR tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.
30
En los postreros días, cuando estés angustiado y todas esas cosas te sobrevengan, volverás al SEÑOR tu Dios y escucharás su voz.
31
Pues el SEÑOR tu Dios es Dios compasivo; no te abandonará, ni te destruirá, ni olvidará el pacto que El juró a tus padres.