23
Moisés dijo lo siguiente sobre la tribu de Neftalí:
«Oh Neftalí, tú eres rico en favor
y estás lleno de las bendiciones del Señor
;
que sean tuyos el occidente y el sur».
24
Moisés dijo lo siguiente sobre la tribu de Aser:
«Que Aser sea más bendito que los otros hijos,
que sea estimado por sus hermanos,
que bañe sus pies en aceite de oliva.
25
Que los cerrojos de tus puertas sean de hierro y de bronce,
que vivas protegido todos los días de tu vida».
26
«No hay nadie como el Dios de Israel.
Él cabalga por el firmamento para ir en tu ayuda,
a través de los cielos, con majestuoso esplendor.
27
El Dios eterno es tu refugio,
y sus brazos eternos te sostienen.
Él quita al enemigo de tu paso
y grita: “¡Destrúyelo!”.
28
Así que Israel vivirá a salvo,
el próspero Jacob habitará protegido
en una tierra de grano y vino nuevo,
donde los cielos dejan caer su rocío.
29
¡Qué bendito eres, oh Israel!
¿Quién es como tú, un pueblo rescatado por el Señor
?
¡Él es tu escudo protector
y tu espada triunfante!
Tus enemigos se arrastrarán ante ti,
y tú los pisotearás con fuerza sobre la espalda».