20
Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su postrimería; que son generación de perversidades, hijos sin fe.
21
Ellos me despertaron a celos con lo que no es Dios; me hicieron ensañar con sus vanidades; y yo también los despertaré a celos con un pueblo que no es pueblo, con gente loca los haré ensañar.
22
Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta el infierno más profundo; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.
23
Yo allegaré males sobre ellos; emplearé en ellos mis saetas.
24
Consumidos serán de hambre, y comidos de fiebre ardiente y de talamiento amargo; diente de bestias enviaré también sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra.
25
Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la doncella, al que mama como al hombre cano.
26
Dije: Los echaría del mundo, haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,
27
si no temiese la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no el SEÑOR.
28
Porque son nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento.
29
¡Deseo que fueran sabios, que entendieran esto, entendieran su postrimería!
30
¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos harían huir a diez mil, si su Fuerte no los hubiese vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?