16
Los padres no morirán por sus hijos, ni los hijos morirán por sus padres; cada uno morirá por su propio pecado.
17
No pervertirás la justicia debida al forastero ni al huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,
18
sino que recordarás que fuiste esclavo en Egipto y que el SEÑOR tu Dios te rescató de allí; por tanto, yo te mando que hagas esto.
19
Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides alguna gavilla en el campo, no regresarás a recogerla; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos.
20
Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti, serán para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
21
Cuando vendimies tu viña, no la repasarás; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
22
Recordarás que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.