4
La llevarán hasta un valle que no haya sido arado ni cultivado y que tenga un arroyo donde siempre fluye el agua. Allí, en el valle, le quebrarán el cuello al animal.
5
Después se acercarán los sacerdotes levitas, pues el Señor
tu Dios los ha elegido para que sirvan delante de él y pronuncien bendiciones en el nombre del Señor
. Ellos son los responsables de resolver todos los casos legales y criminales.
6
»Los ancianos del pueblo tendrán que lavarse las manos sobre la novilla a la cual le quebraron el cuello.
7
Luego dirán: “Nuestras manos no derramaron la sangre de esta persona ni vimos cómo sucedió.
8
Oh Señor
, perdona a tu pueblo Israel, al cual has redimido. No culpes a tu pueblo de asesinar a un inocente”. Así quedarán absueltos de la culpa por la sangre de esa persona.
9
Si sigues estas instrucciones, harás lo correcto a los ojos del Señor
y purificarás a tu comunidad de la culpa por homicidio.
10
Matrimonio con una prisionera de guerra
»Supongamos que sales a la guerra contra tus enemigos, y el Señor
tu Dios los entrega en tus manos, y tú tomas cautivos a algunos de ellos.
11
Y supongamos que, entre los cautivos, ves a una mujer hermosa a la cual te sientes atraído y deseas casarte con ella.
12
Si tal cosa sucediera, podrás llevarla a tu casa, donde ella tendrá que raparse la cabeza, cortarse las uñas
13
y cambiarse la ropa que llevaba puesta cuando la tomaron prisionera. Ella se quedará en tu casa, pero deberás permitirle hacer duelo por su padre y su madre durante todo un mes. Después de ese tiempo, podrán unirse, y tú serás su marido y ella será tu esposa.
14
Sin embargo, si una vez ya unidos resulta que ella no te agrada, tendrás que dejarla en libertad. No podrás venderla ni tratarla como a una esclava, porque la has humillado.