1
Ciudades de refugio
»Cuando el Señor
tu Dios destruya a las naciones que ahora ocupan el territorio que él está por entregarte, tomarás para ti las tierras y te establecerás en las ciudades y en las casas de esas naciones.
2
Luego deberás apartar tres ciudades de refugio en la tierra que el Señor
tu Dios te da.
3
Estudia el territorio
y divide en tres regiones esa tierra que el Señor
te da, de modo que haya una de las ciudades en cada región. Entonces cualquier persona que haya matado a otra podrá huir a una de las ciudades de refugio para ponerse a salvo.
4
»Si un individuo mata a otro accidentalmente y sin enemistad previa, el responsable de la muerte podrá huir a cualquiera de esas ciudades para vivir a salvo.
5
Por ejemplo, supongamos que una persona va con un vecino a cortar leña al bosque, y cuando uno de los dos levanta el hacha para cortar un árbol, la cabeza del hacha se desprende del mango y mata a la otra persona. En tales casos, el responsable de la muerte puede huir a una de las ciudades de refugio para vivir a salvo.
6
»Si la ciudad de refugio más cercana quedara demasiado lejos, un vengador enfurecido podría rastrear al que causó la muerte y quitarle la vida. En ese caso, la persona moriría injustamente, porque nunca antes había mostrado enemistad hacia el muerto.
7
Por esa razón, te ordeno que apartes tres ciudades de refugio.