11
Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: "Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra."
12
Si un hermano tuyo, hebreo o hebrea, te es vendido, te servirá por seis años, pero al séptimo año lo pondrás en libertad.
13
Y cuando lo libertes, no lo enviarás con las manos vacías.
14
Le abastecerás liberalmente de tu rebaño, de tu era y de tu lagar; le darás conforme te haya bendecido el SEÑOR tu Dios.
15
Y te acordarás que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te redimió; por eso te ordeno esto hoy.
16
Y sucederá que si él te dice: "No me iré de tu lado", porque te ama a ti y a tu casa, pues le va bien contigo,
17
entonces tomarás una lezna y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre. Y lo mismo harás a tu sierva.
18
No te parezca duro cuando lo dejes en libertad, porque te ha dado seis años con el doble del servicio de un jornalero; y el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
19
Todo primogénito que nazca de tu ganado y de tu rebaño consagrarás al SEÑOR tu Dios; no trabajarás con el primogénito de tu ganado ni trasquilarás el primogénito de tu rebaño.
20
Lo comerás tú y tu casa cada año delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escoja.
21
Pero si tiene algún defecto, si es cojo o ciego o con cualquier otro defecto grave, no lo sacrificarás al SEÑOR tu Dios.