10
La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: ¡Oh rey, vive para siempre! No te turben tus pensamientos ni se mude tu semblante.
11
Hay un hombre en tu reino en quien está el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría como la sabiduría de los dioses. Y tu padre, el rey Nabucodonosor, tu padre el rey, lo nombró jefe de los magos, encantadores, caldeos y adivinos,
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debido a que se halló un espíritu extraordinario, ciencia e inteligencia, interpretación de sueños, explicación de enigmas y solución de problemas difíciles en este hombre, Daniel, a quien el rey llamaba Beltsasar. Llámese, pues ahora, a Daniel, y él declarará la interpretación.
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Entonces Daniel fue traído ante el rey. El rey habló y dijo a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los deportados de Judá, que el rey mi padre trajo de Judá?
14
He oído de ti que el espíritu de los dioses está en ti, y que luz, inteligencia y extraordinaria sabiduría se hallan en ti.
15
Ahora mismo los sabios y encantadores fueron traídos delante de mí para que leyeran esta inscripción y me dieran a conocer su interpretación, pero no pudieron declarar la interpretación del escrito.
16
Mas yo he oído decir de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Ahora, si puedes leer la inscripción y darme a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura y llevarás un collar de oro al cuello, y tendrás autoridad como tercero en el reino.
17
Entonces Daniel respondió, y dijo delante del rey: Sean para ti tus regalos y da tus recompensas a otro. Yo leeré, sin embargo, la inscripción al rey y le daré a conocer su interpretación.
18
Oh rey, el Dios Altísimo concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía, grandeza, gloria y majestad.
19
Y a causa de la grandeza que El le concedió, todos los pueblos, naciones y lenguas temían y temblaban delante de él; a quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; exaltaba a quien quería, y a quien quería humillaba.
20
Pero cuando su corazón se enalteció y su espíritu se endureció en su arrogancia, fue depuesto de su trono real y su gloria le fue quitada.
21
Y fue echado de entre los hombres, su corazón se hizo semejante al de las bestias y con los asnos monteses tuvo su morada. Se le dio a comer hierba como al ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo domina sobre el reino de los hombres y que pone sobre él a quien le place.
22
Mas tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón aunque sabías todo esto,
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sino que te has ensalzado contra el Señor del cielo; y han traído delante de ti los vasos de su templo, y tú y tus nobles, tus mujeres y tus concubinas, habéis estado bebiendo vino en ellos y habéis alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni entienden; pero al Dios que tiene en su mano tu propio aliento y es dueño de todos tus caminos, no has glorificado;
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por lo cual El envió de su presencia la mano que trazó esta inscripción.
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Y ésta es la inscripción que fue trazada: MENE , MENE, TEKEL , UFARSIN .
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Esta es la interpretación del escrito: MENE: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.
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TEKEL: has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso.
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PERES: tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y persas.
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Entonces Belsasar ordenó que vistieran a Daniel de púrpura y le pusieran un collar de oro al cuello, y que proclamaran acerca de él, que él tenía ahora autoridad como tercero en el reino.
30
Aquella misma noche fue asesinado Belsasar, rey de los caldeos.
31
Y Darío el medo recibió el reino cuando tenía sesenta y dos años.