3
Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre.
4
Pero tú, Daniel, mantén en secreto esta profecía; sella el libro hasta el tiempo del fin, cuando muchos correrán de aquí para allá y el conocimiento aumentará.
5
Entonces yo, Daniel, vi a otros dos que estaban de pie en lados opuestos del río.
6
Uno de ellos le preguntó al hombre vestido de lino, que estaba de pie sobre el río:
—¿Cuánto tiempo pasará hasta que terminen estos espantosos sucesos?
7
El hombre vestido de lino —que estaba de pie sobre el río— levantó ambas manos hacia el cielo e hizo un juramento solemne por aquel que vive para siempre diciendo:
—Durará por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Cuando finalmente termine el quebrantamiento del pueblo santo, todas estas cosas habrán sucedido.
8
Oí lo que dijo, pero no entendí el significado. Entonces le pregunté:
—Mi señor, ¿cómo terminará todo esto?
9
Pero él dijo:
—Vete ya, Daniel, porque lo que he dicho se mantendrá en secreto y sellado hasta el tiempo del fin.
10
Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados. Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa.
11
»Desde el momento en que se detengan los sacrificios diarios y coloquen el objeto sacrílego que causa profanación
para ser adorado, habrá 1290 días.
12
¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días!
13
»En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti.