5
Y les señaló el rey ración para cada día de la ración de la comida del rey, y del vino de su beber; y que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey.
6
Y fueron entre ellos, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías,
7
a los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres; y puso a Daniel, Beltasar y a Ananías, Sadrac; y a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
8
Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse en la ración de la comida del rey ni en el vino de su beber; pidió por tanto al príncipe de los eunucos licencia de no contaminarse.
9
(Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el príncipe de los eunucos.)
10
Y dijo el príncipe de los eunucos a Daniel: Tengo temor de mi señor el rey, que señaló vuestra comida y vuestra bebida; pues luego que él vea vuestros rostros más tristes que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis mi cabeza para con el rey.
11
Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por príncipe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael, y Azarías:
12
Prueba, ahora, con tus siervos diez días, y dennos de las legumbres a comer, y agua a beber.
13
Parezcan luego delante de ti nuestros rostros, y los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey; y según que vieres, harás con tus siervos.
14
Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.
15
Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más gordo de carne, que los otros muchachos que comían de la ración de la comida del rey.