8
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según el Cristo
9
porque en él habita toda plenitud de la Divinidad corporalmente
10
y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad
11
En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojam0iento del cuerpo de la carne, en la circuncisión del Cristo
12
sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos
13
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados
14
Rayendo la cédula de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en el madero
15
y despojando los principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público, confiadamente triunfando de ellos en él
16
Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados
17
lo cual es la sombra de lo que estaba por venir; mas el cuerpo es del Cristo
18
Que nadie os gobierne a su voluntad con pretexto de humildad y religión de ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, andando hinchado en el vano sentido de su carne