2 En mi visión las langostas se comieron todo lo verde que se veía. Entonces dije:
—Oh Señor
Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos, porque Israel
es tan pequeño.
3 Así que el Señor
se retractó de ese plan y dijo:
—No lo haré.
4 La visión del fuego
Después el Señor
Soberano me mostró otra visión. Lo vi preparándose para castigar a su pueblo con un gran fuego. El fuego había quemado las profundidades del mar e iba devorando toda la tierra.
5 Entonces dije:
—Oh Señor
Soberano, por favor, detente o no sobreviviremos, porque Israel es tan pequeño.
6 Entonces el Señor
también se retractó de ese plan.
—Tampoco lo haré —dijo el Señor
Soberano.
7 La visión de la plomada
Luego me mostró otra visión. Vi al Señor de pie al lado de una pared que se había construido usando una plomada. Usaba la plomada para ver si aún estaba derecha.
8 Entonces el Señor
me dijo:
—Amós, ¿qué ves?
—Una plomada —contesté.
Y el Señor respondió:
—Probaré a mi pueblo con esta plomada. Ya no pasaré por alto sus pecados.
9 Los altares paganos de sus antepasados
quedarán en ruinas y los santuarios de Israel serán destruidos; acabaré de forma repentina con la dinastía del rey Jeroboam.
10 Amós y Amasías
Luego Amasías, el sacerdote de Betel, mandó un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «¡Amós está tramando una conspiración contra usted, aquí mismo en el umbral de su casa! Lo que él dice es intolerable.
11 Anda diciendo: “Pronto matarán a Jeroboam y el pueblo de Israel será enviado al destierro”».
12 Entonces Amasías envió órdenes a Amós:
—¡Vete de aquí, profeta! ¡Regresa a la tierra de Judá y gánate la vida profetizando allí!
13 No nos molestes con tus profecías aquí en Betel. ¡Este es el santuario del rey y el lugar nacional de culto!
14 Pero Amós contestó:
—No soy profeta profesional ni fui entrenado para serlo.
No soy más que un pastor de ovejas y cultivador de las higueras sicómoros.
15 Sin embargo, el Señor
me llamó y me apartó de mi rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo en Israel”.
16 Ahora bien, escuchen este mensaje del Señor
:
“Tú dices:
‘No profetices contra Israel.
Deja de predicar contra mi pueblo’.
17 Pero esto es lo que dice el Señor
:
‘Tu esposa se convertirá en prostituta en esta ciudad
y a tus hijos y a tus hijas los matarán.
Tu tierra será repartida
y tú morirás en tierra extranjera.
Con toda seguridad el pueblo de Israel irá cautivo al destierro,
lejos de su patria’”.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Amós 7:2 Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?

English Standard Version ESV

Amos 7:2 When they had finished eating the grass of the land, I said, "O Lord GOD, please forgive! How can Jacob stand? He is so small!"

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Amós 7:2 Y acaeció que como acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? Porque es pequeño

King James Version KJV

Amos 7:2 And it came to pass, that when they had made an end of eating the grass of the land, then I said, O Lord GOD, forgive, I beseech thee: by whom shall Jacob arise? for he is small.

New King James Version NKJV

Amos 7:2 And so it was, when they had finished eating the grass of the land, that I said: "O Lord God, forgive, I pray! Oh, that Jacob may stand, For he is small!"

Nueva Versión Internacional NVI

Amós 7:2 Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé:—¡SEÑOR mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño?

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Amós 7:2 Y acaeció que como acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará á Jacob? porque es pequeño.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Amós 7:2 Y acaeció que como acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? Porque es pequeño.

Herramientas de Estudio para Amós 7:2-17