7
Ustedes tuercen la justicia y la convierten en trago amargo para el oprimido.
Tratan al justo como basura.
8
Es el Señor
quien creó las estrellas,
las Pléyades y el Orión.
Él transforma la oscuridad en luz
y el día en noche.
Él levanta agua de los océanos
y la vierte como lluvia sobre la tierra.
¡El Señor
es su nombre!
9
Con poder y deslumbrante velocidad destruye a los poderosos
y aplasta todas sus defensas.
10
¡Cómo odian ustedes a los jueces honestos!
¡Cómo desprecian a los que dicen la verdad!
11
Pisotean a los pobres,
robándoles el grano con impuestos y rentas injustas.
Por lo tanto, aunque construyan hermosas casas de piedra,
nunca vivirán en ellas.
Aunque planten viñedos exuberantes,
nunca beberán su vino.
12
Pues yo conozco la enorme cantidad de sus pecados
y la profundidad de sus rebeliones.
Ustedes oprimen a los buenos al aceptar sobornos
y privan al pobre de la justicia en los tribunales.
13
Así que los que son listos permanecerán con la boca cerrada,
porque es un tiempo malo.
14
¡Hagan lo bueno y huyan del mal
para que vivan!
Entonces el Señor
Dios de los Ejércitos Celestiales será su ayudador,
así como ustedes han dicho.
15
Odien lo malo y amen lo bueno;
conviertan sus tribunales en verdaderas cortes de justicia.
Quizás el Señor
Dios de los Ejércitos Celestiales
todavía tenga compasión del remanente de su pueblo.
16
Por lo tanto, esto es lo que dice el Señor
Dios de los Ejércitos Celestiales:
«Habrá llanto en todas las plazas públicas
y lamentos en cada calle.
Llamen a los campesinos para que lloren con ustedes
y traigan a los que les pagan por lamentar.
17
Habrá gemidos en cada viñedo,
porque yo los destruiré a todos»,
dice el Señor
.